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El interior de los Baños del Almirante.

Cultura cierra los Baños del Almirante

El Consorcio de Museos, que gestionaba el espacio desde 2014, deja de hacerse cargo del mantenimiento

Carmen Velasco

Jueves, 4 de agosto 2016, 20:11

Cerrado. Sin opción a ser visitado. Así está desde el lunes 1 de agosto los Baños del Almirante, una auténtica joya histórica y arquitectónica del pasado de Valencia. El edificio está en el casco urbano de la ciudad, que en pleno mes de agosto transitan miles de turistas. Cerca de la Catedral, de la Almoina, del Almudín y del Museo de la Ciudad, se encuentra el edificio, construido entre 1313 y 1320, que ha funcionado como establecimiento balneario durante casi 650 años, hasta 1959. En 1993 fue declarado Bien de Interés Cultural.

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Los Baños del Almirante es un inmueble de titularidad pública. En 1985 la Generalitat Valenciana compra el edificio y en 1999 decide acometer el proyecto de rehabilitación dirigido por Julián Esteban Chapapría. Las obras de recuperación, a cargo de la dirección general de Patrimonio, se iniciaron en 2001 y finalizaron en 2005. Se invitieron 160 millones de pesetas (más de 900.000 euros).

El edificio, Monumento Histórico Artístico Nacional desde 1944, está inscrito a la Conselleria de Hacienda, que aprobó a final de 2013 la cesión de uso a Cultura. A partir de enero de 2014 el Consorcio de Museos, dependiente de la Conselleria de Cultura, empezó a ofrecer contenido cultural el inmueble y asumió el mantenimiento. Un empleado del Centro del Carmen era el encargado de abrir durante tres horas, de 11 a 14 horas de martes a domingo, las puertas de los Baños del Almirante y cobrar la debida entrada (dos euros) y el equipo artístico del Consorcio dotaba de contenido cultural el edificio. La exposición 'Valencia, años 30. Archivo fotográfico Agencia EFE' o la exhibición de creaciones del diseñador Álex Vidal con motivo de la Valencia Fashion Week son dos actividades que se celebraron en el interior de los Baños del Almirante.

¿Por qué se han cerrado al público los Baños del Almirante? «El Consorcio de Museos no puede asumir partidas de gasto que no le corresponden. Nosotros estamos dispuestos a dotarlo de uso cultural, pero no podemos afrontar el gasto de mantenimiento, de personal y de limpieza del edificio porque, desde mi punto de vista, es una transferencia de responsabilidad inaceptable. No podemos asumir partidas de gastos que no nos correponden», explica José Luis Pérez Pont, gerente del Consorcio de Museos.

El cierre de los Baños del Almirante reviste un argumento financiero: el Consorcio ha acometido una «revisión económica» en manos de Pérez Pont, quien ha afrontado en los primeros meses en el cargo (fue nombrado por concurso público en abril) un recorte para que la Comunitat se ajuste a las cifras de déficit público. Tras el cierra también subyace una cuestión de competencias, es decir, el edificio pertenece a la Conselleria de Hacienda y Desarrollo Económico de la Generalitat (y así consta en la web), pero su uso está cedido a Cultura.

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Pérez Pont trasladó la situación de los Baños del Almirante a los responsables de Cultura: «Comuniqué que el Consorcio se hacía cargo de los Baños del Almirante hasta el 31 de julio, luego ya no». Es la conselleria quien debe decidir qué va a suceder con el singular inmueble. De momento está cerrado y así continuará hasta que la Generalitat, ya sea Hacienda o Cultura, tome una decisión. De la web del Consorcio de Museos, en la pestaña de salas, los Baños del Almirante no figuran como adscritos a la red de la institución cultural.

Respecto a la idoneidad de cerrar los Baños del Almirante en verano, el periodo por excelencia para el turismo, Pérez Pont remarcó que «ningún mes es bueno para dejar de prestar un servicio cultural» y apuntó que tampoco La Gallera, dependiente del Consorcio, abre sus puertas en agosto.

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Los Baños del Almirante es una construcción medieval destinada a baño público. La fecha de fundación se sitúa en 1313, cuando el caballero Pere de Vila-Rasa obtiene licencia del rey Jaime II para construirlo en un solar de su propiedad. Tiene una distribución similar a la del baño árabe de vapor o 'hammàm': vestíbulo o sala de descanso; tres estancias abovedadas (sala fría, templada y caliente), que se corresponden con la zona húmeda y calurosa del baño; letrinas y sala de la caldera.

En el siglo XIX los diferentes propietarios del baño efectuaron importantes obras de renovación del inmueble y dotan al edificio de un aspecto orientalizante con la construcción del arco de entrada y la decoración interior.

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