Las instituciones culturales reclaman que no se cierren los Baños del Almirante

Los Baños del Almirante seguirán cerrados. Sin fecha de apertura y durante un tiempo indeterminado. Se encuentran, según la Conselleria de Cultura, en un periodo de replanteamiento de su uso.

Así lo aseguraron ayer desde el departamento de Vicent Marzà tras conocerse, como adelantó LAS PROVINCIAS, que el Consorcio de Museos ha dejado de hacerse cargo del mantenimiento de un espacio que gestionaba desde 2014. De esta forma, desde el pasado 1 de agosto, el edificio, declarado Bien de Interés Cultural en 1993, dejaba de ser accesible para los visitantes.

Este hecho ha provocado las reacciones de distintas instituciones valencianas relacionadas con el ámbito de la cultura. Incluso, dos de los organismos consultivos de la Generalitat como son el Consell Valencià de Cultura (CVC) y la Real Academia de Bellas Artes de San Carlos, mostraron su posición ante la decisión de la Conselleria.

Para el vicepresidente del CVC, Ricard Bellveser, que en esta ocasión mostró su opinión como responsable de la comisión de Legado Histórico Artístico del ente, sobre los Baños del Almirante siempre ha pesado «una especie de rara maldición» que ha hecho que, en los últimos años se hay clausurado y vuelto a abrir en varias ocasiones. «Tras el cierre, se abre la oportunidad de repensar cual debe ser el destino de los Baños del Almirante. Es el momento de que nos dejemos de intentonas y se siente un equipo de especialistas, que en la Comunitat los hay excelentes, y se vuelva a abrir el espacio de forma definitiva», afirmó.

El presidente del Círculo por la Defensa del Patrimonio, César Guardeño, fue más tajante. «Es un error. me parece fatal. Es un espacio necesario. En algunas de las rutas por Valencia que organizamos, el edificio es de parada obligatoria», manifestó tras resaltar que «es uno de los centros más desconocidos de la ciudad, lo que obliga a publicitarlo y ponerlo en valor». Asimismo, aseveró que es «una falta de sentido común de los políticos» que no haya fecha de apertura. Pero Guardeño fue un paso más allá e instó a Cultura a que estudie si su decisión puede llegar a incumplir la ley ya que, según sus palabras, algunos edificios declarados Bien de Interés Cultural (BIC) tienen la obligación de, como mínimo, abrirse cuatro días al mes al público. No hay que olvidar que, hasta hace unos días, los Baños del Almirante estaban accesibles sólo tres horas al día, de 11 a 14 horas de martes a domingo. Un empleado del Centro de Carmen era el encargado de recibir al público y de cobrar la correspondiente entrada de dos euros. De esta forma, el espacio expositivo ha recibido una media de mil visitantes al mes. En total, más de 10.000 personas recalaban por sus instalaciones al año.

En esta línea, el carácter patrimonial y arquitectónico de este enclave, datado del siglo XIV, es una de las razones por las que el decano del Colegio Territorial de Arquitectos de Valencia (CTAV), Mariano Bolant, instara ayer a las autoridades públicas a que «hagan un esfuerzo y busquen fórmulas para reabrir los baños». «En los últimos tiempos hasta dos turistas me han preguntado dónde estaba el edificio. La gente lo conoce y se interesa por él, por su carácter arquitectónico», dijo.

Más cauto se mostró el presidente de la Real Academia de Bellas Artes de San Carlos, Manuel Muñoz. Pese a que lamentó el inesperado cierre, pidió tiempo para que los nuevos gestores tomen la decisión de reabrir el espacio. «Hay que tener paciencia. Si el Consorcio de Museos ha considerado que debe dejar su gestión, hay que entender que está en una fase de reestructuración. Pero la Conselleria debe estudiar y revisar el espacio», alegó Muñoz.

Pese a las reacciones, fuentes de la Conselleria aseguraron ayer a este periódico que el inmueble se mantendrá cerrado sin fecha de apertura. No albergará más exposiciones y quiere orientarse a un uso turístico, que sea visitable pero sin que albergue ningún tipo de muestra expositiva. En los últimos tiempos, ha albergado proyectos como 'Valencia, años 30. Archivo fotográfico Agencia EFE' o la exhibición de creaciones del diseñador Álex Vidal. Por ello, Cultura quiere llevar este caso a la Mesa del Turismo Cultural, un organismo de la Conselleria en el que también intervienen miembros de la Conselleria de Turismo. Con todo, ni siquiera el departamento de Marzà es dueño del edificio. Pertenece a Hacienda, quien cedió su uso a Cultura, que, a su vez, lo trasladó al Consorcio de Museos en 2014. La institución es, en la actualidad dirigido por José Luis Pérez Pont, comunicó al Consell que sólo se responsabilizaba del espacio hasta el pasado 31 de julio. Un día más tarde, los Baños del Almirante dejaron de tener actividad. «No podemos asumir gastos que no nos corresponden», alegó Pérez Pont después de que la institución acometiera una revisión económica a consecuencia de los recortes impuestos por el Gobierno Central.

Los Baños del Almirante es una construcción medieval del siglo XIV que estaba destinada a baño público. La fecha de fundación se sitúa entre 1313 y 1320, cuando el caballero Pere de Vila-Rasa obtuvo la licencia de Jaime II para construirlo. Entre 2001 y 2005, se acometieron tareas de rehabilitación que costaron 160 millones de pesetas, algo más de 900.00 euros. Pese a la inversión y a sus idas y venidas, el futuro de este enclave está, en estos momentos, en tiempo muerto.