

Secciones
Servicios
Destacamos
ÁLVARO G. DEVÍS
Sábado, 7 de enero 2017, 20:57
El mes de enero es uno de los más complicados de programar para las salas valencianas de música en directo. No hay muchas giras de grupos foráneos y sólo con bandas locales no se puede salvar el mes. Por eso, en los carteles de conciertos de espacios como Wah Wah, El Loco o 16 Toneladas, aparecen numerosos bolos de grupos tributo.
Durante los últimos años, las bandas de versiones han supuesto un auténtico boom en la noche valenciana y la tendencia se ha extendido a casi todas las grandes ciudades de España. Los grupos tributo ofrecen un espectáculo que intenta calcar estética y musicalmente a sus originales. Existen prácticamente de cualquier género, desde los Beatles hasta AC/DC, pasando por Héroes del Silencio.
Los bolos de bandas tributo se han convertido últimamente en una apuesta prácticamente ganada, mientras que con la programación habitual hay que hacer cada vez más esfuerzos para conseguir cubrir costes. Esto ha generado dos escenas paralelas que las salas y los propios músicos han empezado a utilizar como estrategia comercial: programar lo que le sale más rentable para poder 'perder' dinero en propuestas más arriesgadas.
Lorenzo Melero, responsable de la programación de la sala El Loco, asegura que ya se ha creado un público que tan solo acude a este tipo de bolos: «Conocen las canciones porque les encantan los grupos originales, que normalmente son fáciles de digerir. Es un público con poca inquietud por escuchar música nueva». Pepe de Rueda, de 16 Toneladas, se muestra aún más contundente: «Ahora a la gente le apetece cantar las canciones, no descubrir música, lo festivo se ha impuesto a lo cultural».
Todos los programadores consultados coinciden en dos cuestiones. La primera, que programan estos grupos porque el público es soberano: «Una sala es un negocio y esto es lo que la gente quiere». La segunda, hay una cierta resignación ante el protagonismo que han ido adquiriendo estos grupos: «Ante todo, no quiero que mi sala esté dedicada únicamente a las bandas tributo». Al calor de esto, en los últimos años, también se han montado promotoras y agencias que explotan exclusivamente esta moda.
Por otra parte, los músicos también ganan con esta situación. Cicco Tiñone es el manager de Green Covers, un grupo que cuenta con varios tributos. Han hecho giras nacionales versionando a bandas como Coldplay, Radiohead o Muse. Paralelamente, todos los miembros de Green Covers forman parte de grupos de producción propia. «Con nuestras bandas no podíamos vivir de la música y no nos gustaba la idea de trabajar en una orquesta de verbenas. Con esto versionamos a bandas que nos gustan mientras nos ganamos la vida», comenta Tiñone.
Pero estas implicaciones no desmerecen el trabajo de las bandas tributo. La preparación de un espectáculo de estas características dura meses y la calidad de las versiones hace que algunos grupos cuenten con reputación nacional e internacional. Marcos Gil, de Stoneds, que versionan a los Rolling Stones, destaca que en el caso de su grupo «es muy fácil tocar las canciones de los Rolling, pero es muy complicado sonar como ellos», por eso, gastan mucho tiempo, esfuerzo y dinero en no 'parecer' simplemente, sino 'ser' los Rolling.
Valencia es tierra de muchos grupos tributo de diferentes géneros. Entre los más populares se encuentra The Blisters, que versionan a The Beatles. «Es cierto que tenemos ganado el proceso de tener que hacer las canciones, pero nosotros tenemos la necesidad de estar a la altura», indica Pablo Vila, guitarra y voz del grupo. Su formación ha actuado en casi todas las salas de la ciudad y cuentan con su pequeña parroquia creada que les sigue allá donde actúan.
Para Vila el éxito de estos grupos reside en lo inédito de verles. «El público disfruta de un espectáculo que ya, al menos con los Beatles, no van a poder disfrutar de forma genuina». Cicco Tiñone, de Green Covers, añade que la gente «está muy dispuesta a pagar 12 euros por ver una buena versión de Muse, mientras a los originales no se les puede ver por menos de 80». Desde Stoneds destacan que los grupos tributo cuentan «con un amplísimo público objetivo, llegamos casi a tres generaciones ya».
Diferentes pero compatibles
Algunos sectores de la música local o independiente critican el contraste de asistencia e interés por parte del público a estas actuaciones en comparación con las de los grupos con temas originales. «Somos un pueblo que se conforma con AC/DC y U2 en vez de promocionar la creatividad y la originalidad», sentencia Miquel Àngel Landete, de Senior i el Cor Brutal.
Estos dos mundos mueven a gente muy diferente, pero todos los entrevistados coinciden en que pueden convivir sin mayor problema. Nadie duda que esta moda sea positiva para la ciudad, las salas y los músicos, pero se ve negativamente la falta de apuesta a lo arriesgado, responsabilidad que, según los entrevistados, recae en el público.
Grupos, salas, promotores y agentes culturales miran hacia el mismo sitio buscando una solución: a la gente que asiste (o no) a los conciertos. «Si hay tanta diferencia es porque algo estamos haciendo mal desde las salas o desde los grupos. Si la oferta no es lo suficientemente atractiva, seguiremos perdiendo dinero programando a las bandas locales», según Lorenzo Melero.
Todo parece pasar por la promoción de la escena local, que vive un momento creativo más que notable. Esto implica a salas, pero también a medios de comunicación, instituciones y el propio boca a boca. El objetivo final es que esta convivencia no sea por conveniencia, sino porque Valencia destaque en cualquier ámbito de la música en directo, desde la ópera hasta la música rock.
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.