Recuerdos de 30 años del Palau de la Música de Valencia

El auditorio recupera documentos inéditos para una muestra que conmemorará el aniversario

Noelia Camacho

Domingo, 22 de enero 2017, 21:54

El 25 de abril de 1987 se inauguraba por todo lo alto el Palau de la Música de Valencia. La plana mayor del Gobierno valenciano, con el entonces presidente de la Generalitat, Joan Lerma, y el alcalde de la ciudad, Ricard Pérez Casado, a la cabeza, acudía a la ceremonia de apertura del llamado a ser uno de los mejores auditorios de España. La cita llenó las páginas de los diarios, fue un hito en la historia de una capital con un fuerte vínculo musical. Algunos de los que asistieron, y fueron muchos, aún recordarán la importancia que aquel día tuvo para la cultura de la región. Aunque es posible que hayan olvidado es que, a las puertas de aquel nuevo auditorio, se concentró una manifestación de objetores de conciencia que fue disuelta por la policía de la época. Las imágenes de la acción que pudo empañar la inauguración han vuelto de nuevo a la vida. Y es que, con motivo de la celebración en 2017 del 30º aniversario del Palau, los responsables del archivo de la institución han recuperado esta grabación inédita que podía haberse perdido al no estar digitalizada.

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Una exposición que recorra las tres décadas de vida del auditorio ha sido la excusa perfecta para aunar esfuerzos en la recuperación de documentos, vídeos y manuales de importante valor artístico y patrimonial que muestren al mundo las distintas joyas que conserva el archivo del escenario valenciano.

El empeño de la responsable de documentación del Palau, Luisa Carrillo, ha permitido sacar a la luz distintos y curiosos documentos inéditos que se conservan en un archivo que no para de crecer gracias a las generosas donaciones de algunos melómanos valencianos que desean legar su patrimonio musical a la institución. «Muchas de las grabaciones que conservaban apenas daban referencias de lo que contenían. En algunas, se podía leer una simple palabra como concierto. Además, estaban en formatos que si no se digitalizaban no podrían ser reconocidos. A través de dos empresas, hemos logrado devolverlos», narra Carrillo antes de mostrar su sorpresa cuando descubrió que el vídeo grabado el mismo día de la inauguración del Palau mostraba las imágenes de unos agentes que estaban disolviendo la concentración de decenas de personas contrarias a la obligatoriedad de hacer el servicio militar. En el documento, visto por LAS PROVINCIAS, una cámara filma la entrada de las autoridades cuando, de repente, cambia de plano y enfoca a la entrada, donde un grupo de agentes arrastra a los manifestantes para disolver la protesta.

Pero este no es el único momento mágico que se ha recuperado con motivo de la celebración del aniversario. La responsable de documentación ha encontrado una grabación, también inédita, en la que se ve a Montserrat Caballé y al valenciano Francisco en el macroconcierto que se celebró en los jardines del Palau en 1993 con motivo del 50º aniversario de la Orquesta de Valencia (OV). La afamada cantante acompañaba al intérprete en su debut como tenor. En la imagen se observa, entre otros, como Caballé dedica el brindis de La traviata a los componentes de la formación valenciana. Una agrupación, además, de cuyas giras también han aparecido archivos inéditos hasta la fecha. Así se puede ver de un vídeo en el que el considerado como el mejor violonchelista de la historia, Mstislav Leopóldovich Rostropóvich, acompaña a la OV en el Festival Internacional de Ravello en junio de 1996 bajo la batuta del maestro Manuel Galduf. La impresionante costa amalfitana es el escenario que engloba esta grabación con algo más de 20 años.

La formación y sus miembros son parte esencial de la historia del auditorio. «Van de la mano, algo que también se ve reflejado el archivo», confiesa Carrillo. Tanto es así que otras de las imágenes que regresan a la vida son unos ensayos de una excelente cantante, Esperanza Abad, con un Ensems de la Orquesta.

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«El legado audiovisual estaba en formatos en desuso como Umatic y Betacam con riesgo de deterioro o de perderlo. Por ello hemos acometido una actuación urgente sobre las primeras grabaciones efectuadas desde el año 1987, muchas de ellas inéditas, de gran valor documental y verdaderamente sorprendentes», asegura el director de la institución, Vicent Ros.

Asimismo, la historia del Palau está innegablemente ligada a los grandes nombres de la lírica no sólo del panorama español sino también internacional. Con motivo de la efeméride, los responsables del archivo han abogado por transcribir las decenas de firmas y dedicatorias de las personalidades musicales que han pisado el auditorio. La intención ha sido no sólo devolverlas a la actualidad sino intentar que formen parte de un volumen que quede para la historia. Todas ellas están plasmadas en la decena de tomos del Libro de Oro del Palau de la Música que se guarda en el archivo. «Para la guapa del Palau. Todo mi afecto en este beso muy fuerte», reza la rúbrica que deja plasmada el cantautor Luis Eduardo Aute en una de sus visitas a Valencia. La acompaña de un improvisado dibujado de dos caras que se besan en los labios. No es el único artista que complementa su firma con dibujos y detalles. Un pentagrama en forma de corazón aparece en la firma de la mezzosoprano Teresa Berganza.

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El director de orquesta Yuri Temirkanov es quizás el más original de todos. Él mismo firma en el Libro de Oro de la institución en el año 1994 con una autocaricatura muy fiel a la realidad.

Este tipo de volúmenes con la signatura de todos estas personalidades musicales se custodian desde 1993. Hasta la fecha, no se habían transcrito las dedicatorias pero durante los últimos meses se ha trabajado en traducir no sólo la ininteligible letra de algunos de ellos sino que también están escritos en otros idiomas. «Algunas, incluso estaban en ruso», bromea la responsable del archivo.

Pero como no sólo de músicos vive la oferta del Palau, el resto de actividades que se han organizado en el coliseo han traído a lo largo de 30 años a Valencia a numerosas personalidades de la vida cultural. Pintores, escritores, humoristas... una larga nómina de artistas que también han dejado su impronta en el auditorio. Así, la grandísima Carmen Martín Gaite plasmó su firma acompañada de un dibujo. De igual forma, cómicos como Moncho Borrajo o Lina Morgan o pintores como Vicente Colom mostraron a través de su caligrafía su afecto al Palau. Algunos de ellos, realizaron una pequeña obra de arte que se guarda para la posteridad.

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¿Un autógrafo de Strauss?

El prestigioso compositor Richard Strauss (1864-1949) nunca estuvo en Valencia. Sin embargo, un autógrafo suyo, datado del año 1926, forma parte de los fondos documentales del Palau. Su firma, centrada en un pequeño folio, amarillento por el paso del tiempo, forma parte del libro de autógrafos que recopiló la impronta de los músicos más importantes del panorama internacional entre 1903 y 1935. Fue el Ateneo Musical de Valencia el encargado de traer a la ciudad, aunque sólo fuera la rúbrica, de uno de los compositores más importantes de los siglos XIX y XX. Junto a ella, aparecen hasta 145 autógrafos de grandes nombres de la escena musical como Maurice Ravel, Salvador Giner. Manuel de Falla o el del violinista Manuel Quiroga se conservan en el archivo.

Además, en el inmenso fondo documental sorprenden por su valor obras como una primera edición de la ópera Anna Bolena, de Donizetti, datada del año 1826 y que se guarda con gran entusiasmo. Lo mismo ocurre con el método de solfeo y canto del valenciano Melchor Gomis, «un manual que se incluye en todos los libros de música», argumenta Carrillo.

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También, algunos libretos en diversos idiomas como el ruso o partituras de ilustres compositores valencianos como el de las Acuarelas valencianas de Eduardo López Chávarri de 1949 -que incluye una sentida dedicatoria al director de orquesta alemán Hans von Benda, entre otras joyas.

«Vamos a estudiar la manera de abrir el Palau también al mundo de la investigación y poder compartir todo el patrimonio musical del que disponemos con académicos e investigadores», confirma la presidenta del coliseo, Glòra Tello. Los expertos y estudiosos son los que más acuden a un fondo documental que, en los últimos años, ha visto como aumentaban las donaciones. Con más de dos mil partituras o 4.000 cds, este universo musical conserva, aún, muchos secretos. Recuerdos de treinta años de música y cultura que salen a la luz para celebrar su aniversario.

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