La reunión de 'El juicio final' tendrá que esperar

«Desde el punto de vista histórico, el retablo tiene que estar en el Ayuntamiento». Las palabras pertenecen a la concejala de Cultura del Consistorio valenciano, Glòria Tello, y hacen referencia al tríptico de 'El juicio final', del artista Wrancke van der Stock y cuyas partes pertenecen a administraciones distintas. Cabe destacar que el cuerpo central de la pieza pertenece del Consistorio y las puertas laterales, del Ministerio de Cultura, aunque se encuentran en el Museo de Bellas Artes, aunque por incongruencias de la gestión cultural, su propiedad está transferida al Museo de Cerámica y Artes Suntuarias González Martí.

Han sido años de negociación con el Gobierno central para lograr juntarlas. Incluso, en 2015, la concejalía de Acción Cultural, que en aquel momento estaba en manos de Mayrén Beneyto, logró arrancar el compromiso de cesión de los laterales al Ministerio, a cambio de un trueque artístico que incluía el intercambio de dos piezas. Llegó el cambio de gobierno municipal y la intención de volver a juntar las obras quedó en el aire.

Pasado el tiempo, casi dos años después de que accedieran los nuevos gestores al 'cap i cassal', la reunión de las tablas de 'El juicio final' tendrá que esperar. No hay fecha concreta. Ni plazos ni estimaciones. Sin embargo, la propia Tello fía la reunificación a un momento concreto: la finalización de mejoras en el Museo Histórico de la ciudad, situado en el mismo Ayuntamiento. «No renunciamos al retablo y en cuanto acabemos de remusealizar el Museo Histórico y podamos garantizar las mejores condiciones para él, lo solicitaremos», afirma la concejala.

Esta pinacoteca es la que, en la actualidad, custodia el cuerpo central de una pieza que Wrancke van der Stock pintó a finales del siglo XV para que presidiera alguna de las salas de la Casa de la Ciudad, donde se reunían los munícipes y se impartía justicia. El tríptico se conservó completo en el Ayuntamiento de Valencia hasta el siglo XIX. A partir de ahí y por causas que se desconocen, la obra, de gran valor simbólico para la ciudad, se separó. El Consistorio se quedó con la pieza central, pero las puertas laterales cayeron en manos de coleccionistas privados, de casas de subastas y hasta llegaron a pertenecer a una caja de ahorros ya desaparecida. En la actualidad, se puede admirar en el Museo Histórico, una institución que está a la espera de que se inicien obras de mejora en sus instalaciones.

En octubre de 2016, el Ayuntamiento hizo público que el diseñador Daniel Nebot había sido escogido para realizar el proyecto expositivo para reformar el museo. El plan prevé adecuar sus instalaciones a los parámetros pertinentes de conservación y remodelar la exposición a partir de planteamientos museísticos modernos. «El proyecto destaca por su carácter integrador. Además, incluye la propuesta de añadir una nueva sala expositiva que servirá de presentación a otras, dándoles una lectura coherente», destacó Tello en aquel momento.

La intención era de la de sacar a licitación los trabajos de mejora una vez se contaba ya con un documento para proceder a las obras. Se esperaba que en este 2017 se iniciara el procedimiento. Pero, a día de hoy, aún no han salido a licitación. Un hecho que hará que se retrase aún más la unión de todas la partes del tríptico en la ciudad.

Asimismo, tampoco se han dado pasos a la hora de volver a dialogar con los implicados en el proceso. En este caso, con el Museo de Bellas Artes. Es la pinacoteca valenciana la que custodia las puertas laterales. Pero, según ha podido saber LAS PROVINCIAS, desde aquellos contactos que parecían que iban a fructificar, a principios de 2015, no se ha vuelto a saber nada de la posible negociación. Y eso que, como confirmó la propia Beneyto cuando aún era concejala, había llegado a encargar unas vitrinas para exhibir la obra completa en el Museo Histórico Municipal.