Borrar
Cristina López con su primera novela en LAS PROVINCIAS. :: j. signes
LA ENTREVISTA

Cristina López Schlichting: «Franco sobrevivió al franquismo»

La periodista presenta en su primera novela «la otra realidad» de crecer en la España de los años 70 «hasta ahora nunca narrada»

MARTA BALLESTER

Sábado, 6 de mayo 2017, 23:22

Crecer en la España de los 70 es lo que narra Cristina López Schlichting en 'Los días modernos', su primera novela de ficción. Ella misma forma parte de esa generación que disfrutó de la Nancy y los Madelman y que se educó en colegios religiosos. Guarda tan buen recuerdo que pone voz a Amelia, personaje que da nombre a su compañera de clase fallecida en homenaje, para reflexionar sobre una realidad «no contada» durante el final del franquismo. Tres años ha durado el proceso de perder «el vértigo, el pudor y el respeto que da escribir» para crear una novela con «frescura y sencillez». Lo que no resultó tan fácil fue censurar las explicaciones sociales que excedían de la capacidad de comprensión de una niña de 10 años. Pero Amelia se ha convertido en una entidad real para ella y ya está pensando en narrar nuevas aventuras junto a ella próximamente.

Primera novela de ficción y decide volver a la realidad de los años 60 y 70, ¿por qué?

Esta novela nace de la sorpresa de escuchar desde niña relatos del franquismo que nada tenían que ver con mi experiencia. La otra realidad es que los colegios de monjas no eran una tortura, España no estaba aislada ni era gris, ni era una gran pobreza porque fue cuando mis padres pudieron comprarse su primer 600. La gente que nacimos en los 60 y 70 tuvimos una infancia divertida, abierta y feliz que no se había narrado paradójicamente nunca hasta ahora, y eso que somos muchos, somos los de la generación del 'baby boom'.

¿La presencia de Franco era tan invisible como en el libro?

Como relato, Franco no se sabía muy bien quien era. Salía en los duros pero para nosotros era ya como una leyenda. Además demuestro en la novela como Franco sobrevivió al franquismo. El franquismo murió antes que él. La gente le arroyó, de manera que cuando la transición ocurre, el cambio social y cultural ya se lo habían hecho las personas con su deseo de libertad.

Pone voz a una niña de 10 años. Además como madre, ¿qué diferencias ve entre la infancia de los 70 y la de ahora?

Antes se tenía respeto a los ciclos de la persona. Ahora hay etapas que se saltan. En la novela relato por un lado la vida de 1975 y por otro el momento en el que una niña se da cuenta de que el mundo homogéneo, estable y perfectamente definido en el que cree vivir, es tan solo un decorado, porque detrás acontecen un montón de cosas que a ella no le cuentan y no comprende.

La curiosidad y los misterios que descubre Amelia son la base de la historia. ¿Esa actitud es heredada de su profesión como periodista?

Probablemente esa es la huella que he dejado en ella. Yo he sido muy cotilla y en mi profesión más, porque todo te tiene que despertar interés. La curiosidad que nos suscita la realidad es el verdadero motor de la historia. Y esto es lo que hace Amelia, te pone frente a las cosas para que las veas como un acontecimiento y no las des por supuestas. Y eso es lo que quiero que la gente recupere de estos años.

Amelia es fuerte a pesar de llevarse decepciones y sufrir. ¿Las mujeres de la época dieron un paso adelante en beneficio de su situación actual en la sociedad?

Los 70 es la primera generación donde todas las mujeres, no una, sino toda la sociedad inocula a sus hijas en que tienen que tener unos estudios y vivir libres, capaces de sostenerse a si mismas. Y con ese leitmotiv crecimos y cambió la historia. Por eso me asombre ver los relatos de las nuevas generaciones cuando se dejan espiar por el novio, les pegan o se acuestan con él porque sino se va con otra. Estamos retrocediendo por eso me río cuando se habla de los colegios segregados, porque ojalá los colegios mixtos de hoy nos educasen a las mujeres con la autonomía que nosotras teníamos en el colegio de monjas.

Habla de valores y experiencias de manera distinta a la de hoy, por ejemplo la manera de vivir la sexualidad y la religiosidad. ¿Qué ha cambiado en la sociedad actual?

La sexualidad se descubría de manera inocente. A los 10 años antes no sabías nada, no como ahora. Y con relación a lo religioso, yo creo que ahora mismo hay una censura del misterio. En la sociedad moderna se censura el espacio para realizarse grandes preguntas y esto genera ahogo en el hombre. Pretender que la materia lo explique y lo reduzca todo, sencillamente es una mentira. Hay que preguntarse por aquellas cosas que quizás deberíamos recuperar, como la libertad para hablar del fenómeno religioso.

Antes ser moderno era tener una túrmix o llevar un pantalón de tergal. ¿Ahora que es ser moderno?

Estar en la posverdad. Justo todo lo contrario a Amelia. Ella busca el significado de las cosas, mientras que ahora lo moderno es ser indiferente a lo que el otro es. Dicen que es tolerancia, pero en realidad es que te importa un bledo el otro. El concepto de posverdad esconde un enorme cinismo que trae tristeza.

Publicidad

Publicidad

Publicidad

Publicidad

Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios

lasprovincias Cristina López Schlichting: «Franco sobrevivió al franquismo»

Cristina López Schlichting: «Franco sobrevivió  al franquismo»