«Hay que ser adultos, esto nos afecta a todos»

Los esfuerzos de Ángel y Concha en estos días van dirigidos a entretener a Aquiles. «A un niño de cuatro años y medio hay que entretenerlo. Ya ha empezado con labores escolares y nos toca hacer de maestros, hacemos que se disfrace, le ponemos alguna película y cuando hacemos gimnasia lo involucramos», explica el exciclista.

Residen en un piso céntrico de Valencia y Ángel Casero asegura que le infunde paz asomarse a su ventana y ver desierta la calle Músico Peydró: «Es una zona muy concurrida, sobre todo los fines de semana que hay mercado. Me da tranquilidad que esté desierto, que la gente permanezca en casa».

Narra a modo de anécdota que esos edificios cobran vida cada día a las 20 horas para reconocer a los sanitarios. «Hay un vecino que no perdona, que a las ocho y un minuto pone la música a todo volumen. Empieza con 'Resistiré' y enlaza otros tres temas. El día que todo esto pase vamos a echarlo de menos», bromea Casero.

El exciclista recuerda a los 33 mineros chilenos que en 2010 pasaron 70 días encerrados en un yacimiento a más de 700 metros de profundidad: «Si ellos pudieron quedarse ahí, en 10 metros, sin agua ni comida, nosotros somos capaces de estar dos meses si es preciso en casas en las que tenemos todos los lujos». Casero concluye: «Hay que ser adultos, esto nos afecta a todos. Debemos pensar que a las personas que están un poco más débiles el virus les puede crear muchos problemas».