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Autor: Philippe Lançon. Ed: Anagrama. 448 págs. «Es muy interesante la reflexión que hace este superviviente del atentado en Charlie Hebdo y de la situación que se vivió en Francia».
Director: Carol Reed. Cine negro. 1949. Int: O. Welles. J. Cotten. «Esta película la vi con 14 o 15 años y me atrajo por la historia de intriga que cuenta. Ahora en esta situación, de más suspense todavía, me parece interesante»
Nino Bravo. 1972. Fonograma. «Este disco me gustó mucho, me impactó. Salió en la época en la que yo viajaba mucho y sentía nostalgia de mi tierra»
El doctor José Mir, referente en los trasplantes de hígado desde el Hospital La Fe de Valencia, ha tenido una vida muy activa. Ya jubilado, está apartado de las obligaciones diarias y estos días más, lleva el confinamiento impuesto hasta sus últimas consecuencias convencido de que es la clave para poder ganar la batalla: «Tenemos que aislarnos, nadie sabe cómo va a acabar». Pero él, que ve la vida con optimismo confía en que la sociedad conseguirá salir adelante, ya ha librado otras batallas muy difíciles.
No sale de casa. Comparte su confinamiento con su esposa. «Estamos aquí desde antes del estado de alarma», explica. Ya estaban allí cuando llegaron las nuevas medidas, cuando toda España quedó confianada. El doctor Mir se encuentra en la casa de verano desde cuya ventana contempla «un jardín y al fondo una pinada. Estamos rodeados de un entorno natural. Desde aquí habitualmente se ve algún coche pasar por la carretera, pero ahora no. Rara vez se ve algún vehículo»
Es el retrato de una vida que ha detenido su ritmo. La crisis sanitaria lo ha ralentizado todo de manera abrupta. Las circunstancias mandan y obligan. ¿Cómo afronta esta situación el doctor Mir? «Disfruto de la tranquilidad, de la serenidad». Ello no le aparta de constatar otro sentimiento que acompaña: «El único problema es que ahora uno se siente como privado de libertad», asegura al mismo tiempo que recuerda cuánto habría dado por poder estar en casa cuando tenía tanto trabajo. Ahora «es impuesto, pero lo llevo bien».
Es necesario aguantar y para hacerlo llevadero se ha marcado una pauta: «Paseo por la terraza. Leo y veo alguna película –comedias y cine de acción–, necesito algo que me distraiga. Procuro no ver demasiados informativos de televisión». Lo necesario para conocer la situación sanitaria y social. Y el cirujano, que es de alma deportista, en su agenda de confinamiento ha dispuesto por la tarde una sesión de gimnasia.
Profesión: Médico Cirujano
Nacimiento: Mislata, 1940
Trayectoria: Pionero en trasplantes hepáticos, en 1991 realizó el primero del Hospital La Fe, intervención que realizó en casi 1.800 ocasiones.
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