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Mario Lahoz
Valencia
Domingo, 10 de marzo 2024, 12:59
Hay una escena en Oppenheimer en la que Einstein hace una aparición conversando con él en su casa de Princeton. Albert no parece entender por qué el físico aguanta los golpes que le está dando su propio país después de todo lo que ha hecho para acabar con la Segunda Guerra Mundial.
Robert Oppenheimer y Albert Einstein vivieron y trabajaron en Princeton tras la guerra. Los testimonios recogidos en las obras que hablan sobre el físico neoyorquino, sobre todo en 'American Prometheus' escrito por Kai Bird y Martin Sherwin, muestran que consideraba a Einstein «un santo patrón viviente de la física, no un cientifico activo». Eran los dos físicos más importantes de su época pero mantenían grandes diferencias, por ejemplo, en su manera de ver la física y por la forma en que creían que sus investigaciones podían beneficiar o perjudicar al mundo.
El físico mayor no tenia confianza en la teoría cuántica, creía que los agujeros negros no podían existir y, como se muestra en la película, Robert ayudó a demostrar su existencia. Aunque Oppenheimer pensaba que estaba anticuado, Einstein acabó ganándose su respeto. A pesar de sus confrontaciones, los biógrafos indican que los dos físicos disfrutaban de su mutua compañia.
Cuando Oppenheimer fue despojado de su autorización de seguridad y estaba siendo perseguido por sus pasados vínculos comunistas, Einstein se puso de su lado aunque no entendiera su forma de actuar. Para el Nobel de física, Oppenheimer debía dar la espalda a Washington, una declaración que mantuvo oculta. Públicamente dijo que le admiraba como científico y como gran ser humano.
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Jorge Alacid
Para Einstein, el físico alemán era «un hombre insualmente capaz de educación polifacética» al que admiraba «por su persona, no por su físico». Al conmemorar los 10 años del fallecimiento del físico, Oppenheimer celebró los aportes del genio de un modo peculiar.
«El trabajo inicial de Einstein fue paralizantemente hermoso, pero lleno de errores » y añadió que un hombre cuyos errores tardan 10 años en corregirse, es un gran hombre. A pesar de sus desacuerdos, ambos se tenían mutua admiración y respeto. Como dijo Oppenheimer en la conmemoración: «Fuimos colegas cercanos, y algo amigos».
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