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Atiende a este diario sólo unas horas después de haber recibido un premio en la ciudad alemana de Stuttgart por un cortometraje que fomenta la donación de órganos. El bailarín, coreógrafo y director artístico Alfonso Palencia (Valencia, 1976) acaba de ser nombrado responsable artístico del Ballet Stadttheather Bremerhaven de esta capital alemana en sustitución de Sergei Ivanov. Palencia, que lleva años trabajando en el país germano y se ha recorrido medio mundo, afronta este reto con la humildad y el entusiasmo de un apasionado de la danza. Aunque, eso sí, no se olvida de sus raíces y de su deseo de trabajar en Valencia y en España.
–Viene también de trabajar varios años como director artístico del Ballet de Hagen, en Westfalia del Norte (Alemania) y, además, se había establecido como coreógrafo freelance... ¿Cómo afronta el reto de tomar las riendas de un nuevo proyecto?
–Fue el propio Sergei Ivanov el que dio mi nombre para que le sustituyera al frente del Ballet Stadttheather Bremerhaven. Lo cierto es que yo había colaborado con él y había sido invitado a trabajar allí. Mi objetivo es que en el ballet se abra una nueva era. Mi base sólida es la danza contemporánea pero no me olvido de la clásica. Allí son unos enamorados de la danza y eso hay que respetarlo mucho. También pretendo invitar a coreógrafos españoles con los que ya he trabajado, seguir apostando por una producción propia con los bailarines de nuestra compañía y la celebración de esa gala de danza en la que se puedan ver otras propuestas internacionales.
–¿Cómo radiografía el sector de la danza en la Comunitat? ¿Cómo se ve desde el exterior?
–Creo que hay muchas compañías independientes que, a la hora de la verdad, tienen que luchar mucho para sobrevivir. Y la pandemia ha afectado mucho. También se han recuperado iniciativas como Dansa València que me consta que se hacen muy bien. Pero en este sector tiene que existir una escena libre, independiente, que subsista y cuente con los fondos que aporten los gobiernos.
–Aquí existía un Ballet de Generalitat que desapareció...
–Es que esa es la pena, que la danza no se institucionaliza. Debe haber compañías independientes, pero también otros proyectos autonómicos que apoyen a la danza. Y en España apenas existen, está la Compañía Nacional de Danza.
Iniciativas «Las propuestas no pueden quedarse en los cajones. Yo presenté una al Ballet de la Generalitat y ni me contestaron»
Industria de la danza «El sector tiene ganas y talento, lo que necesita son proyectos»
–¿Piensa en volver a Valencia? He leído, incluso, que llegó a presentar proyectos a la Generalitat...
–Puede ser. La verdad es que es una pena que aquello no se diera. Yo hice propuestas el Ballet de la Generalitat cuando estaba otro gobierno. Les propuse tomar las riendas pero ni me contestaron. Siempre he creído que se podía levantar un proyecto que, de forma transitoria, uniera a todos esos alumnos que estudian en los conservatorios. Instituciones hay muchas y talentos también, pero luego salen y o se marchan a Madrid, a intentar entrar en el Ballet Nacional, o no hay trabajo para todos. Al final, acaban marchándose fuera de España como hice yo.
–¿La danza necesita apoyo público?
–Las propuestas no pueden quedarse en los cajones. El proyecto que yo propuse hace años era transitorio, pero es que así se hace en muchos países europeos. Deberían impulsarse proyectos con subvenciones de los gobiernos, tanto nacionales como europeos y autonómicos. Tender puentes. Por ejemplo, la Nave de Sagunt es un espacio que debe destinarse a lo artístico. Esa es la visión. La danza en España tiene ganas y talento, lo que necesitamos es que pongan en marcha los proyectos. Hay que entusiasmar a los profesionales pero también a los políticos.
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