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Suenan los primeros acordes de 'Amparito Roca' y la alegría corre a raudales. Ella es –el pasodoble que lleva su nombre es– la reina de la fiesta. No hay emoción que se resista a ese ritmo sobrecogedor que recorre el interior de quien lo escucha en el pasacalle de las fiestas del pueblo, en la verbena de la falla, en una tarde de toros, en esa celebración con amigos removiendo emociones tan sublimes como la alegría y la nostalgia que casi a partes iguales residen en el alma del pasodoble. 'Amparito Roca', más que un pasodoble es un «monumento», una obra del maestro Jaime Teixidor Dalmau que en 2025 cumple cien años de su composición y de su estreno en el teatro El Siglo de Carlet el 11 de septiembre de 1925.
¿Quién fue Amparito Roca (1912-1993), esa mujer inmortalizada por la música? Una joven de Carlet que en aquel 1925 era alumna de piano del maestro Teixidor y amiga de la hija de éste a quien el entonces director de la banda Primitiva de la localidad quiso dedicarle una composición que llegó y triunfó sin que todavía hoy haya dejado de dar vueltas al mundo.
«Sus padre tenían un comercio textil que se conocía como 'ca la montanejera' porque la madre era de Montanejos. Quisieron que Amparito estudiara piano», relata Ángel Valero, estudioso de la pieza. Con esa decisión, que seguro nunca pensaron que pudiera inscribir a su hija en la Historia, dieron el primer paso para que el universal 'Amparito Roca' haya generado un hecho cultural desde tierras valencianas. «No hay banda de música de la Comunitat que no lo incluya en su repertorio. Lo tienen también las bandas universitarias de Estados Unidos». Y la Biblioteca Nacional de España conserva numerosas grabaciones y partituras de la obra. «Tenemos constancia de que incluso en la Isla de Madeira hay partituras», advierte Ventura, quien recuerda, además, que acompañó «el paso del equipo olímpico español en la clausura de los JJ. OO de Sidney».
Aquella joven de 1925 «se casó con un comerciante de naranjas y siguió con el negocio textil de su familia y al cuidado de sus hijos». Dejó el piano, pero dedicaba su tiempo libre a pintar recuerda el cicerone que hoy acompaña a LAS PROVINCIAS por la historia de una mujer que dio nombre a una pieza musical de la que el prestigioso director de orquesta valenciano Enrique García Asensio no duda en afirmar que «más que un pasodoble es un monumento». El propio García Asensio ha dirigido y grabado hasta en Londres, y ha acudido a Carlet para ponerse ante la banda de la localidad para airear la batuta al ritmo de Teixidor.
¿Qué encantos encierra 'Amparito Roca' para que a tantos atraiga, para que a nadie deje indiferente? «Está muy bien hecho y muy bien instrumentado,» asevera el maestro. «Lo hizo alguien conocía muy bien la música de banda, está muy bien construido». ¿Por qué es tan popular? «Es popular porque es bueno y si no fuera bueno no sería popular». Así que lo menos que podía hacer Carlet era declarar 2025 'Año Amparito Roca', un homenaje a una especie de himno que da renombre a un pueblo y con él a la música valenciana y donde ya hay una calle, donde vivió la propia Amparito, que lleva nombre de pasodoble. Las celebraciones, entre otras iniciativas, reeditará el libro 'Amparito Roca, el pasdoble del mestre Teixidor', obra de Ángel Valero.
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