Aníbal Gómez (Villanueva de la Jara, 1979) tiene las raíces elásticas, las estira cuando le conviene para recalar en Madrid, o allá donde el ejercicio profesional de su arte le lleve, para siempre regresar después al pueblo. El mismo pueblo en el que pudo conocer la cultura gracias a señores con maleta que alquilaban películas en VHS a domicilio.
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