Antifraude saca los colores al Consorcio de Museos

Valencia. A la gestión del Consorcio de Museos le han sacado los colores, le han afeado su manera de trabajar. Y lo ha hecho la Agencia Antifraude. Tras la investigación de distintas áreas de la gestión de la entidad cultural adscrita a la Conselleria de Cultura, el organismo ha recomendado a los responsables del Consorcio que «establezca buenas prácticas e integridad pública que permitan detectar y evitar situaciones de conflictos de interés».

Además llama al Consorcio de Museos a realizar «una adecuada planificación» de los contratos que «se han de adjudicar a lo largo de un periodo de tiempo». Con ello, como advierte la Agencia, se quiere «evitar que los imprevistos lleven a licitar contratos por procedimientos menos garantistas que el procedimiento abierto».

Las recomendaciones mencionadas son la respuesta del organismo a actuaciones de gestión que se pusieron en conocimiento de la agencia dando pie a una «alerta», siempre según la resolución del organismo, «relativa a determinadas irregularidades cometidas en el seno de la gestión de la actividad del Consorcio de Museos.

Entre los acontecimientos que la agencia incluye como «hechos alertados» se menciona que en «el proceso selectivo para la constitución de una bolsa para cubrir el puesto de Técnico Coordinador de Exposiciones» para el que según el documento se seleccionó a «una amiga personal del gerente», si bien el escrito también señala que «no queda acreditada la amistad íntima».

También se incluye entre los hechos «alertados» que «el puesto de Adjunto de Dirección se ocupa en Comisión de Servicios» por una persona que actuó como «secretaria en el proceso selectivo para la constitución de una bolsa para cubrir el puesto de Técnico Coordinador de Exposiciones».

Otro de los hechos alertados es hubo una convocatoria pública «a la que únicamente accedió una persona», si bien este hecho la agencia señala que la situación «se ha regularizado» y se «admiten las alegaciones presentadas». Aun así, y también sobre la anterior puntualización, se da la recomendación relativa a las «buenas prácticas».

La segunda recomendación, la que señala la conveniencia de una «adecuada planificación», encuentra en el listado de los «hechos alertados» las «irregularidades en la contratación», aunque se cierra esta investigación señalando que las «irregularidades» no se «encuadran en los supuestos de nulidad de pleno derecho ni de anualidad», no son «invalidantes».