La normativa se cumple, como así debe ser. Pero no faltan opiniones que apuntan que se puede hacer con mayor o menor sensibilidad. Y parece que en lo que atañe a las obras de la estación del Norte el grado de sensibilidad que se ha aplicado resulta insuficiente. El histórico edificio, construcción que goza de la consideración de Bien de Interés Cultural (BIC)y que es un emblema de la ciudad del Turia, ha quedado invisibilizado a los ojos de cualquier viandante, situación que ha despertado críticas entre especialistas en el universo de la arquitectura y el patrimonio de Valencia.
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Basta un paseo por las inmediaciones del más que centenario edificio concebido por Demetrio Ribes para descubrir las vallas cubiertas de tela negra y los carteles más diversos rodeando el perímetro de la estación. Y también la calle Castellón. En tan céntrico emplazamiento de la ciudad coinciden las obras que Ferrocarrils de la Generalitat Valenciana (FGV) está llevando a cabo para construir el túnel pasante para el metro y la restauración que Adif lleva a cabo en la propia estación incluyendo la renovación de la cubierta.
«La seguridad se debe garantizar, pero se puede hacer con mayor delicadeza», advierte el arquitecto Javier Domínguez. Este profesional de la arquitectura recalca que «no cuestiono la obra». Donde sí pone el acento es en que en la actualidad «en el mercado hay todo tipo de materiales» para un vallado que permita que la construcción se pueda seguir contemplando.
A las palabras de Domínguez se añaden las del también arquitecto Luis Sendra, decano del Colegio Oficial de Arquitectos de la Comunitat Valenciana, que pone el acento en que no se debe perder de vista que el hecho de que la estación se encuentre ahora rodeada de vallas «es una circunstancia provisional». Recuerda Sendra que todo responde a «una cuestión de seguridad» para insistir en que «no se va a quedar como está».
No es la primera vez que una intervención en la emblemática edificación ha despertado las críticas. Meses atrás, cuando comenzaron los trabajos que ahora se ejecutan desde la Asociación por la Defensa del Patrimonio ya alzaron la voz para denunciar que se había derribado el murete que sustenta la rejería del edificio a lo largo de todo su perímetro. César Guardeño, presidente de esta asociación, volvió a pronunciarse ayer para lamentar que no se tiene en consideración «minimizar el impacto» de los trabajos sobre la imagen de un BIC.
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A juicio de Guardeño ante situaciones como la actual y otras que también critica cuando refiere la presencia en el interior del recinto de la estación de «un Tiovivo, cafeterías o exposiciones de vehículos, siempre se escudan en la provisionalidad», afirmación que le lleva a plantearse la pregunta «¿dónde empieza y termina la temporalidad?». Estos planteamientos le llevan a dirigirse a la Conselleria de Cultura, que en su opinión «debería limitar la ocupación de los espacios y dejar de escudarse en que son actividades temporales».
El abogado Andrés Goerlich, presidente de la Fundación Goerlich, habla de «falta de sensibilidad». Recalca que «la norma hay que cumplirla». Pero a su juicio esa obligación se puede llevar a cabo «con sensibilidad y sentimiento hacia la ciudad». Al mismo tiempo Goerlich asegura que «la actuación de Adif en un edificio icono de la ciudad es cuanto menos sorprendente. Nos tenemos que felicitar por la rehabilitación del edificio, pero no todo vale».
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Juan Sanchis
Al mismo tiempo que manifiesta su sorpresa, Goerlich recuerda la «provisionalidad» que desde hace años acompaña a la estación Joaquín Sorolla, una infraestructura «efímera», pero que sin embargo «ya se ha ampliado». El presidente de la fundación que vela por el legado del arquitecto Javier Goerlich no duda en hablar de la «invisibilidad» de Valencia ante la acción de Adif sin dejar de cuestionar también «la apatía de los valencianos».
En la estación y su entorno confluyen las obras de FGV, entidad desde la que ayer explicaron a LAS PROVINCIAS que se «está estudiando la posibilidad de instalar un tipo de valla que reduzca el impacto en el entorno de la estación». La intervención de FGV se centra en la calle Alicante donde se está construyendo el túnel pasante para conectar la estación de metro Alicante con la parada Xàtiva. También Adif respondió a LASPROVINCIAS las cuestiones que hacen referencia al hecho de que el edificio de Ribes hoy esté oculto destacando que hay que tener en cuenta que se trata de «vallas de seguridad» y apuntaron que «la tipología de las mismas depende del constructor».
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La céntrica Estación del Norte, referencia del arte modernista en Valencia y hoy oculta a la vista de cuantos por allí pasean, ya sean valencianos o turistas, disfruta de la consideración de Bien de Interés Cultural (BIC) desde 1983. Con anterioridad, en 1961, había sido declarada Monumento Histórico Artístico,
Las obras que lleva a cabo Adif para la restauración integral del edificio en su primera fase comenzaron el pasado julio. La intervención, que persigue conjugar la preservación de la originalidad de las características arquitectónicas con la funcionalidad de la infraestructura ferroviaria, comporta la renovación de la cubierta, así como la recuperación de algunos elementos originales.
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Cambiar la cubierta es una obra de gran magnitud dado que comporta la retirada de las piezas de fibrocemento, que contienen amianto, para sustituirlas por un techo de zinc. Será la primera vez que se actúa en la restauración integral del edificio en sus 106 años de vida.
Mientras en otras grandes estaciones de España como es el caso de Atocha en Madrid o Francia en Barcelona ya hace muchos años, en la década de los noventa, se acometieron intervenciones de estas características, al histórico edificio de la calle Xàtiva todavía no le había llegado la hora.
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Valencia disfruta de estas instalaciones desde su inauguración en 1917. Las características del edificio y su localización en el centro de la capital lo convierten en uno de los principales atractivos turísticos de la Comunitat Valenciana.
Llegarán las Fallas y las obras seguirán en uno de los puntos neurálgicos de la fiesta. La Estación del Norte se encuentra en el epicentro de las grandes celebraciones. La intervención de Adif sobre el edificio se extenderá hasta 2025 y a los trabajos que lleva a cabo Ferrocarrils de la Generalitat Valenciana (FGV) les queda todavía un año para verse acabados.
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