El artista de la falla municipal de 2020, el creador urbano Escif, ya ha llegado al Centro del Carmen. Como es habitual en los últimos tres años, el responsable del monumento que se planta en la plaza del Ayuntamiento también despliega su arte en las salas del antiguo convento. Escif lo ha hecho ya con 'Qué pasa con los insectos después de la guerra', una muestra que, como el año pasado, cuenta con un enorme mural y que, esta vez, se ha realizado en una fachada exterior del museo, la que da a la calle Blanquerías.
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Se trata de un conjunto de flores de colores que coronan el enclave y que son el contrapunto del jardín de la guerra que se ha instalado en la sala Dormitori. El diseño de Escif está bautizado como ‘Fantasía floral’, que recrea la pulsión de creación que sintió el dictador Francisco Franco, que puede atribuirse cuando en un «momento de poesía coge los pinceles de la persona que le está retratando y comienza a pintar su primer óleo, que se denomina igual que este mural».
El Centro del Carmen no repite la fórmula de 2019, cuando el dúo de artistas PichiAvo realizó un enorme grafiti de más de mil metros cuadrados en el claustro renacentista de un edificio del siglo XII que además tiene la catalogación de Bien de Interés Cultural (BIC). La intervención no sólo levantó el recelo de entidades en defensa del patrimonio y expertos en arte sino que, en estos momentos, y como adelantó LAS PROVINCIAS, se dirime en los tribunales. Una denuncia del sindicato UGT llevó a los responsables de la institución cultural ante la justicia por haber «autorizado el grave menoscabo, deslucimiento y deterioro» del enclave. Es más, hasta se han llegado a hacer catas en las paredes del claustro renacentista para analizar si las pinturas empleadas en el enorme mural de mil metros cuadrados pudieron dañar el histórico inmueble. De momento, el informe resultante de esas pruebas ha llegado hasta la policía.
El director del Centro del Carmen, José Luis Pérez Pont, siempre ha defendido que la acción realizada el año pasado no daña el claustro. Aún así, este año ha optado por trasladar la pieza al exterior. Se da la circunstancia que su museo vecino, el IVAM, también tiene un grafiti de enormes dimensiones de Escif en el exterior de la fachada.
Colocar este tipo de trabajos en el exterior es bastante habitual entre las pinacotecas de todo el mundo. En junio de 2006, el Museo Reina Sofía instaló en la plaza Nouvel de Madrid una enorme estructura de madera. En ella, se ubicaron los cuatro grafitis ganadores del concurso impulsado por el centro artístico que buscaba honrar a su obra cumbre, el ‘Guernica’, de Picasso. Asimismo, la Tate Modern también utilizó este método para mostrar arte urbano. «La exposición la hicimos fuera, en los muros exteriores, porque si la haces dentro pierde todo su sentido. Cuando un artista urbano hace obras para interior ya no es un artista urbano», aseguraba el extitular del centro y actual director artístico de Bombas Gens, el valenciano Vicent Todolí.
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