Una artista llamada Marilyn

Además, se cuentan cosas inexactas. Marilyn llegaba siempre tarde a los rodajes. Eso es verdad, así lo confiesa en 'My Story' (sus memorias, escritas en colaboración con Ben Hecht). Se divulgó que por ese motivo tuvo graves desavenencias con Clark Gable durante el rodaje de 'Vidas rebeldes' (John Huston, 1961). El propio Huston lo desmiente en sus memorias: «No hubo nada de eso. Gable llegaba al trabajo conduciendo su pequeño coche deportivo, ensayaba su diálogo con la doble de Marilyn, luego abría un libro y se ponía a leer. Nunca dijo una palabra de queja, fuera cual fuera la hora a la que se presentaba Marilyn» ('A libro abierto', Espasa, 1986). «Una dama en apuros», así la define Andrew Dominik, director de 'Blonde' (Netflix, 2022), película basada en la novela homónima de Joyce Carol Oates, y protagonizada con sensibilidad por Ana de Armas, actriz cubana de origen español, reencarnada en Marilyn. Algo pedante, 'Blonde' es un voluntarioso film que cae en la fijación de contarnos una vez más la desgraciada vida de Marilyn. Un enfoque muy trillado.

En 'La jungla del asfalto' (John Huston, 1949), Marilyn, pese a su corto papel, estuvo cerca de zamparse a casi todo el reparto (Sterling Hayden, Louis Calhern, Jean Hagen). A casi todos, preciso, porque Sam Jaffe -el cerebro del atraco- también está extraordinario. ¿Quién recordaría 'Niágara' (Henry Hathaway, 1953) si no fuese por su traje rojo y su modo de susurrar la canción 'Kiss'? Sensual y con sentido del humor, Marilyn, en el papel de 'cegata' que se resiste a ponerse gafas, raya a gran altura en 'Cómo casarse con un millonario' (Jean Negulesco, 1952). A su lado, Betty Grable y Lauren Bacall son figuras borrosas.

A la insegura Marilyn le costaba memorizar los diálogos, relataron varios de sus directores y coprotagonistas. Pero, misterios del arte, en 'Los caballeros las prefieren rubias' (Howard Hawks, 1953), 'La tentación vive arriba' (Billy Wilder, 1955), 'Bus Stop' (Joshua Logan, 1956), 'El príncipe y la corista' (Laurence Olivier, 1957) y 'El multimillonario' (George Cukor, 1960: ahí tuvo fácil 'merendarse' a Yves Montand), en todos estos films, el verdadero carisma es el de la luminosa e intuitiva Marilyn.

'Con faldas y a lo loco' (Billy Wilder, 1959) es otra cosa, porque en esta genial comedia de equívocos sexuales todos nos encandilan: Wilder, Jack Lemmon, Tony Curtis, Marilyn y su ukelele y, naturalmente, Joe E. Brown, secundario que, sobre todo por su célebre réplica final ('¡Nadie es perfecto!'), comparte la gloria con sus colegas en una película pensada, rodada e interpretada en estado de gracia.