En medio de la pandemia sanitaria, con estado de alarma y toque de queda incluidos, Les Arts sigue apostando por alzar el telón, en este caso sin recurrir a los «títulos más manidos del repertorio», según su responsable, Jesús Iglesias Noriega, y apostando por uno de los montajes más reconocidos de los últimos tiempos: el 'Fin de partie', de György Kurtág basado en el drama homónimo de Samuel Beckett.
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Este mismo jueves, el coliseo operístico estrena en España el mismo montaje que se pudo ver en el teatro de la Scala en 2018. Al ser cuatro los protagonistas de un espectáculo que es «pura emoción, pasión y música», según el director de orquesta, Markus Stenz, ha podido llevarse a cabo sin alterar nada de la versión original. Se ha convertido en un «milagro» que permite al espectador de Les Arts acceder a una representación (también se llevará a cabo los días 31 de octubre y 1 y 4 de noviembre) de dos horas de duración y que mantiene todas las medidas de seguridad e higiene necesarias para que se lleve a cabo sin problemas. Es más, el director de Les Arts animó ayer a los espectadores a seguir acudiendo a las representaciones para que puedan comprobar que el lema ‘la cultura es segura’ «no es sólo un ‘hashtag’, sino algo real».
Así, el bajo noruego Frode Olsen (Hamm), el barítono británico Leigh Melrose (Clov), la contralto británica Hilary Summers (Nell) y el tenor italiano Leonardo Cortellazzi (Nagg) protagonizan una obra teatral de Beckett que Kurtág convirtió en ópera y que, además, es «ya un título imprescindible del repertorio musical», según Iglesias Noriega.
Son muchas las curiosidades aparejadas a esta pieza, que narra el confinamiento de los cuatro protagonistas en una casa frente al mar. Un ejemplo: los artistas tuvieron «la gran oportunidad» de trabajar durante mucho tiempo en un sistema de taller con el compositor, algo que hace que lo que se ve encima del escenario no sea un reparto en un papel sino la creación de un personaje en la partitura, explicó el director de escena Pierre Audi. También hay otro aspecto in «inusual»: se utilizan todas las palabras de Beckett utilizó en la versión teatral. Pero eso no es todo, en ‘Fin de partie’ no hay espacio para los silencios que, incluso, se «rellenan» con la música. El resultado, según sus responsables, es «una ópera que emociona». Valencia se ha convertido en la tercera ciudad del mundo, después de Milán y Ámsterdam, donde puede verse la única ópera de Kurtág (1926). Después, llegará a Nueva York y París.
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