Batman visita el Ágora de Valencia

Originales del hombre murciélago, Spider-man, Flash Gordon, Tintín, Mafalda, Betty Boop y Snoopy se han mudado a CaixaForum Valencia, donde hasta el 29 de septiembre se exhibe 'Cómic. Sueños e Historia'. La muestra es una recorrido del mundo de la viñeta desde 1896, con una reproducción de 'Yellow kid', «donde apareció por primera vez el bocadillo de las viñetas», según el experto y coleccionista Vicente Sanchis, hasta la actualidad.

La muestra se nutre de los fondos de Bernard Mahé, «el mayor coleccionista del mundo de cómics», según Álvaro Borrás, director de CaixaForum. Se exhiben «originales que pueden tener un precio de mercado de dos o tres millones de dólares», explica Sanchis, quien también aporta fondos a la muestra. En la exposición «hay obra maestras», destaca Isabel Salgado, directora del área de exposiciones y colección de la Fundación 'la Caixa'. Porque las creaciones de Moebius, Hugo Pratt, Winsor McCay o Hergé también son obras maestras.

Lo más llamativo de la exposición es la escenografía. Las viñetas cobran vida. Así sorprende la recreación de '13, Rue del Percebe' o la cama de 'Little Nemo', el primer gran clásico de la historia del cómic. Con él se abre la exposición, aunque realmente quien recibe a los visitantes a CaixaForum son Astérix y Obélix, que son como dos gigantescas estatuas en 3D. Las dos figuras nacidas de la mano Albert Uderzo están ubicadas en la grada del hall. Forman parte del photocall y son numerosos las personas que inmortalizan su estancia con ellos. «Están locos estos romanos», que diría Obélix.

Una pieza singular es la creada ex profeso por Paco Roca. Se trata del diorama 'No están todos los que son...' en los que homenajea a los dibujantes españoles, como Ibáñez, Escobar o Purita Campos sin olvidar a Laura Pérez o Ana Miralles. Además de Roca, transitan los valencianos Ámbros y su 'Capitán Trueno' y José Sanchis con 'Pumby'.

Las 154 piezas de CaixaForum Valencia, que ya se expusieron en Madrid, Barcelona y Sevilla, se estructuran en ocho paradas: los orígenes, la edad de oro del cómic estadounidense, los superhéores, la historia del cómic en España, el cómic franco-belga, el eje Italia-Argentina, los relatos fantásticos de los 70 y el universo del cómic en los últimos 50 años. La exposición es apta para eruditos del cómic y para neófitos. Quien no encuentre interés en ver primeras ediciones de revistas y libros encontrará encanto en los clásicos populares. Hay un acercamiento histórico al noveno arte pero también una aproximación didáctica al género.

Bernard Mahé empezó a coleccionar originales de cómics y viñetas en la década de los 70. Él se confesó ayer, durante la presentación de la exposición, que se acercó a este mundo de niño. Su trabajo le permitió viajar y descubrir qué había detrás de los títulos infantiles. Y descubrió el talento y el trabajo de los artistas. Decidió coleccionarlos y se encontró con la dificultad de hallar originales. Al principio no se valoraban los originales como pieza de museo y se destruyeron, recuerda. De ahí la escasez actual.

«Al principio iba buscando el 'Santo Grial', las rarezas y lo singular. Luego me decanté por obras de valor museístico», recuerda. El coleccionismo de ahora no tiene nada que ver con el de hace 50 años. Internet ha cambiado las reglas, apunta Mahé. La especulación del mundo del arte también es aplicable al cómic, desliza Sanchis. No es extraño que se subasten piezas por millones de euros. Empresarios de Arabia Saudí o Singapur han entrado en el juego de las subastas y los precios se han disparado.

Aún así, Mahé reivindica «la belleza de los originales» y aventura que puede haber visitantes a 'Comic. Sueños e historia' que salgan de la muestra con la voluntad de adquirir un original de Snoopy o Garfield.

Desde CaixaForum no ocultan que «quieren acercarse al máximo público posible», en palabras de Salgado. De ahí los montajes de la exposiciones en el Ágora exploren líneas narrativas atractivas. La del cómic no es una excepción, pero además se presta a ello. Borrás explica que las viñetas son un medio de expresión, tanto notario del pasado como cronista del presente. «El cómic genera ficciones posibles e imposibles», apunta. Y pone como ejemplo a Hergé. La criatura del belga, Tintín, pisó la luna antes que el 'Apolo 11'. Los visitantes de la exposición no pueden subirse a bordo del cohete X-FLR6, pero 'Cómic. Sueños e historias' sí recrea una gran portada de la nave espacial en la que viajó Tintín.

Borrás recordó que CaixaForum cumplió en junio un año de vida. Más de 1.085.000 personas han visitado el espacio desde que abriera sus puertas.

Para completar la muestra se ha colaborado con la Editorial Flammarion para publicar 'Anatomía del cómic', una obra a cargo de Damien MacDonald y una recopilación histórica que reúne una selección de obras maestras del cómic de Europa y América, ha resaltado la Fundación la Caixa.

Además, para acompañar a 'Cómic. Sueños e historia' en Valencia se han organizado actividades complementarias como la conferencia inaugural que ofrecerá el asesor de la muestra Vicent Sanchis, dueño también de piezas que se exponen en ella; visitas comentadas; otras con carácter intergeneracional y otras escolares; un ciclo de conferencias; y el taller familiar 'Superhéroes y Villanos'.