Ana Belén: «Cuando el teléfono no me ha sonado, entonces yo he inventado los proyectos»

La actriz Ana Belén viene a Valencia con 'Eva contra Eva', una obra basada en 'Eva al desnudo'. En conversación con LAS PROVINCIAS la actriz habla del rico argumento de esta pieza teatral que plantea el choque entre generaciones. Además, habla de las circunstancias que vive el mundo de la interpretación en medio de la pandemia.

–Llega a Valencia con la obra 'Eva contra Eva', ¿qué va a poder ver el público con esta obra?

–Es una obra que ha escrito Pau Miró que está basada, aunque es nueva, en 'Eva al desnudo', la película de Mankiewicz. Esta obra, dirigida por Silvia Munt, nos habla de esa pelea generacional, la persistencia de las personas que tienen más edad por seguir trabajando, sentirse vivas. No hablo sólo de las actrices, sino de las mujeres en general, que llegan a una determinada edad y ven que toda la sabiduría que han acumulado, ¿por qué no se aprovecha? Te conviertes casi en invisible, tus opiniones no valen, todo está supeditado a lo nuevo, lo más joven. Y figúrate en el caso de las mujeres actrices.

–¿Usted ha sentido ese desplazamiento?

–Personalmente, no. A mí cuando el teléfono no me ha sonado, me he inventado yo los proyectos. Me invento esto y hago una gira.Pero no es lo normal, siempre estamos esperando a que nos llamen. Sí es verdad que las actrices desde hace un tiempo , y no sólo en este país, se quejaban de que al llegar a una determinada edad –y eran los 40– ya no las llamaban. Eso pasa en todas partes, aquí también y me parece que todo tiene que caber. Y, vuelvo al discurso de la obra, siempre se han escrito los mejores papeles para los hombres, aunque ha habido excepciones, como Pedro Almodóvar.

–¿Cómo está afectando la pandemia al teatro?

–Se sigue haciendo en condiciones difíciles. Pero todo el mundo está trabajando en condiciones muy difíciles. No quiero quejarme, todos sabemos que es complicado en cualquier orden, y en la cultura es tremendo. Es mucho más difícil para la música, el teatro tiene más salida con todas las restricciones. Hay compañeros haciendo gira, se están representando obras. Hay que ir haciendo lo que podamos y seguir.

–Se ha hablado mucho de la precariedad de los profesionales de la escena. ¿Qué soluciones se deberían aplicar?

–Desde que yo me dediqué al teatro, subí a un escenario con 15 años, recuerdo que en los camerinos –donde me encantaba estar al lado de Berta Riaza, Julieta Serrano, Pellicena– ya hablaban de la crisis del teatro. Es un sector que ha estado continuamente en crisis. Entonces cuando vienen crisis generales es muy difícil. La cultura es importante a nivel espiritual, pero económicamente también lo es. Hay un colectivo muy amplio que está aportando. Y es nuestro espejo en el mundo. Hay que tener en cuenta cómo nos ven fuera.

–¿Cómo ha cambiado la profesión desde que empezó?

–Ha cambiado en que la gente está muchísimo más preparada. Los jóvenes están muy atentos a las tendencias, a las escuelas. Son muy trabajadores. Contínuamente se están preparando para un casting, para una selección. Cuando yo empecé, entre los actores que ya tenían un estatus había un cierto desdén hacia la gente que venía de los grupos independientes o de escuelas, que había poquísimas; eso ha cambiado.

–¿Hacia dónde avanza el teatro?

–Nunca lo sabremos. Los actores tenemos un punto de insatisfacción porque nuestro ideal está en la mente y nunca dejas de alcanzarlo. Eso es bueno, forma parte del viaje. Esta profesión va a más, tiene los ojos muy abiertos a los clásicos, que son la verdad y lo que todos ya sabemos, y también hacia lo nuevo: a mirar al vecino de al lado, a la realidad. Esta profesión tiene muchos caminos, pero sobre todo, el de tener los ojos muy abiertos hacia lo que pasa a tu alrededor.

–¿Se ha manchado la camisa blanca de España?

–Camisa blanca de mi esperanza. No, no se ha manchado. Ese poema que escribió Víctor está muy vigente porque habla de nosotros; de lo que somos, de lo que hemos sido, de lo que queríamos ser. Habla de las imperfecciones de nuestro país. Creo que sigue vigente porque nosotros seguimos siendo los mismos para lo bueno y para lo malo.

–¿El cine como anda?

–Bastante peor. Hay salas que de momento las están cerrando,ya ni siquiera llenan el aforo justo. Eso me da mucha pena.

–¿Las plataformas y las series están siendo una buena oportunidad para trabajar?

–Aparte de este momento, sé de muchos compañeros que están haciendo series de mucha calidad. En algún momento tendrán que convivir, pero yo soy persona de cine en las salas.