Dos mujeres observan un cuadro en el Museo de Bellas Artes de Valencia. IRENE MARSILLA

¿Por qué el Bellas Artes no contrata restauradores como hace el IVAM?

El San Pío V carece de autonomía jurídica para abrir convocatorias públicas de empleo a diferencia del centro de Guillén de Castro | La Generalitat no ha creado un cuerpo de funcionariado de restauradores y conservadores como sí tiene la Junta de Andalucía o el Gobierno central

Carmen Velasco

Valencia

Miércoles, 8 de mayo 2024

Un restaurador es un técnico cualificado con conocimientos de procesos específicos y materias concretas para recuperar obras de arte dañadas o delicadas. Este tipo de personal aborda con minuciosidad piezas irrepetibles y, en ocasiones, de alto valor, tanto artístico como patrimonial. Los técnicos de restauración ... se suelen cubrir con convocatorias como cuerpos específicos. Así lo hace, por ejemplo, la Junta de Andalucía para sus museos y también el Estado para sus respectivas pinacotecas. Estas administraciones sí tienen contemplada la figura de funcionario púlblico para los restauradores, pero la Generalitat, como administración pública, no. Esta es una de las razones, pero no la única, que explica por qué el Museo de Bellas Artes de Valencia ha cubierto las plazas de restauración con personal no cualificado.

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Los restauradores son los cirujanos del arte, es decir, quienes intervienen las obras de arte en quirófano. Un médico de familia no opera, pasa consulta. En el Bellas Artes de Valencia serán los médicos de familia quienes manipulen las pinturas. ¿Por qué? Porque las plazas de restauración del Bellas Artes se han cubierto a través de una convocatoria general de «administración cultural». La convocatoria, a cargo de la Conselleria de Justicia, Interior y Administración Pública, se retrotae a 2018. Como la Generalitat no tiene configurado un cuerpo específico de restauración, recurre a «administración cultural» en la convocatoria pública. En concreto, se ha cubierto una plaza de restauración, otra de conservación y otra de didáctica del Bellas Artes. En la misma convocatoria se han asignado vacantes para la dirección general de Patrimonio o servicios centrales del Institut Valencià de la Joventud. ¿Por qué? Porque no se ofrecieron como puestos de personal cualificado sino de agentes culturales.

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¿Por qué el Bellas Artes no puede contratar como el IVAM? Porque el museo que dirige Pablo González Tornel no es un órgano autónomo o de derecho público. Si lo fuera, tendría margen para contratar plantilla cualificada exigiendo titulaciones concretas a los cargos. El centro de Guillén de Castro forma parte del sector público instrumental, como también sucede con el IVACOR, es decir, son instituciones públicas pero desgajadas de la Administración.

IVAM e IVACOR sí contratan a restauradores con convocatorias específicas para este perfil técnico porque tienen un régimen jurídico diferente al de Bellas Artes. La plantilla del museo valenciano depende de la Generalitat, no del propio centro que carece de figura autónoma.

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El Bellas Artes es de titularidad estatal y gestión autonómica. Los últimos restauradores que se sumaron a la plantilla del museo valenciano se incorporaron tras una convocatoria funcionarial del Estado, es decir, cuando el centro aún lo gestionaba el Gobierno central, como sucede con el González Martí. Aquellos profesionales se hab ido jubilando hasta dejar el servicio sin restauradores.

Una plantilla cualificada es una reivindicación histórica del Bellas Artes de Valencia, pero no la única. Son tres las urgencias del museo que dirige Pablo González: la autonomía del museo, el plan museológico y el embellecimiento del entorno de la pinacoteca.

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El Ministerio tiene que dar el visto bueno a la figura jurídica (consorcio, fundación o entidad de derecho público) que dote de independencia a la gestión del San Pío V. La autorización del Gobierno es imprescindible como titular del centro de arte, aunque tenga cedida la gestión museística a la Generalitat.

El embellecimiento del entorno es una asignatura pendiente que el anterior ministro de Cultura prometió en campaña electoral. En el acto celebrado por el PSOE en Bombas Gens, Miquel Iceta se comprometió en licitar las obras del embellecimiento del Museo de Bellas Artes de Valencia a final de 2023. Iceta no sigue al frente del Gobierno, pero la deuda contraída recae en el Gobierno central, cuyo presidente, Pedro Sánchez, sigue siendo el mismo que cuando Iceta estaba en el Ministerio. La adecuación de los alrededores de la pinacoteca valenciana, además, necesita de la autorización de licencias por parte del Ayuntamiento.

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La tercera urgencia del Bellas Artes que reclama diálogo en lugar de enfrentamiento es el plan museológico. Para ejecutar un nuevo discuros expositivo, cuyo armazón teórico está listo, es imprescindible la dotación económica del departamento que dirige Urtasun.

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