El Bellas Artes se queda con una restauradora en plantilla tras la jubilación de otra técnica

La plantilla del Bellas Artes de Valencia no para de menguar. La falta de personal especializado se agudiza en la segunda pinacoteca más importante del país. Alcanzó este podium por su inmensa y valiosa colección, pero está lejos de alcanzar la plata entre los museos de bellas artes más visitados (el de Bilbao registra más público que el de la capital del Turia) o entre las pinacotecas con más restauradores (Sevilla supera al San Pío).

En septiembre la merma de profesionales sufrirá otra pérdida. De las dos restauradoras en plantilla, una se jubila por lo que el Bellas Artes se queda sólo con una técnica en este departamento. Y, también, con un único conservador.

La falta de personal en la pinacoteca valenciana se arrastra desde hace tres legislaturas, pero no se pone solución. La directora general de Cultura y Patrimonio, Carmen Amoraga, anunció en febrero de 2019 el compromiso de convocar tres plazas en la Oferta Pública de Empleo. Las tres plazas previstas contemplan un puesto de jefe de departamento de restauración, una de técnico de restauración de pintura y otra de escultura. El anuncio de hace un año, que aún no se ha materializado, se lanzó después de que LAS PROVINCIAS publicara que el San Pío V había contratado a una restauradora y dos conservadores sin la titulación necesaria, es decir, a través de un bolsa de trabajo de gestión cultural.

Desde Cultura apuntan que «están trabajando para que en la próxima convocatoria de la Oferta Pública de Empleo se incluyan las bajas por jubilación que ha habido» en el centro.

La colección del Bellas Artes supera las 17.000 piezas. Atesora un fondo artístico que requiere de manos expertas para su conservación y cuidados. La situación de la plantilla del San Pío V no se soluciona pero sí se parchea. Según la Conselleria de Cultura, «el servicio de restauración del Bellas Artes tiene desde 2015 un refuerzo permanente por parte del Instituto Valenciano de Conservación, Restauración e Investigación (IVCR+I) para atender todas las necesidades del museo»

Desde el departamento que dirige Vicent Marzà se apunta que en museo «siempre hay tres restauradores del IVCR+i trabajando». Este refuerzo, apuntan, aumenta según las necesidades del museo. Así, por ejemplo, en estos momentos hay cuatro restauradores más en el museo trabajando en la predela del Centenar de la Ploma.

Las carencias del San Pío V se cubren a través del IVCR+i, que cuenta con una plantilla de 25 restauradores y cuatro conservadores. Este personal «complementa en todo momento el servicio de restauración del museo para atender atender todas sus necesidades».

La plantilla diezmada es uno de los obstáculos del museo para renacer, pero no el único. La inestabilidad en la dirección, la falta de implicación del Ministerio de Cultura (tiene pendiente la aprobación del proyecto museográfico y no participó en la comisión de evaluación para elegir al director) y la ausencia de autonomía e independencia en la gestión lastran el porvenir de la institución artística.

¿Por qué no despega el Bellas Artes? «Porque la Conselleria de Cultura no quiere». La respuesta es de Tomás Llorens. Así de tajante se mostró el que fuera director del IVAM y conservador-jefe de la colección Thyssen-Bornemisza el pasado julio para un reportaje de LAS PROVINCIAS. «Para que funcione un museo del carácter y volumen de San Pío V se necesita autonomía jurídica y política. La conselleria no está dispuesta a dar ninguna de las dos».

Lo viejo no funciona y lo nuevo no llega. Así permanece el Museo de Bellas Artes de Valencia desde hace años. El San Pío V no sólo está atrapado en el tiempo, situación que de momento no se corrige.