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Tumba de Mariano Benlliure en el cementerio del Cabanyal. JESÚS SIGNES
Los Benlliure siguen a la espera

Los Benlliure siguen a la espera

Los descendientes del escultor llevan un año sin el resultado del ADN extraído del cuerpo del artista enterrado en Valencia. La nieta busca ratificar que su padre es hijo biológico del creador aunque fuera adoptado por un familiar

Noelia Camacho

Valencia

Sábado, 26 de septiembre 2020, 01:22

No es un problema de herencias ni legado. No hay dudas ni sospechas. Sólo la necesidad de poner negro sobre blanco una realidad: la de que José Luis Mariano Benlliure era hijo del genial escultor valenciano Mariano Benlliure.

Es lo que lo descendientes del artista pretendieron hace un año cuando tomaron muestras de ADN del cuerpo del creador, enterrado en el cementerio del Cabanyal. Las pruebas iban a encaminadas a legalizar una situación irregular que los familiares de Benlliure, a través de la fundación que vela por el legado del escultor, pretendían dejar cerrado. Sobre todo su nieta, Lucrecia Benlliure Galán, quien pese a su avanzada edad pretendía que quedara zanjado un tema legal, que no familiar, y era el hecho de que se reconociera a su progenitor como vástago del artista valenciano.

Pero pasado todo este tiempo, los descendientes no tienen los resultados del ADN. Tal y como ha podido confirmar LAS PROVINCIAS, se espera aún la confirmación de que el padre de Lucrecia era hijo biológico de Mariano Benlliure. Pero hay que ponerse en antecedentes para desentrañar este problema familiar.

Al no poder separarse de su primera mujer, el artista pidió a su primo que le diera el apellido al hijo que tuvo con Lucrecia Arana

Como relató la bisnieta del artista a este periódico, Lucrecia Enseñat Benlliure, cuando se conoció la toma de muestras del cuerpo de Benlliure, Mariano Benlliure se casó con Leopoldina Tuero O’Donell en 1886. Con ella tuvo dos hijos, Leopoldina Benlliure Tuero y Mariano Benlliure Tuero. Pero el matrimonio se separó en 1893 –nunca se divorciaron porque no existía esa opción ni el escultor pudo obtener la nulidad de su matrimonio-, apenas nueve años después de su casamiento. El artista valenciano conoció después a la famosa cantante de zarzuela Lucrecia Arana. Era el año 1896 y ambos iniciaron una relación sentimental de la que nació un niño. De nombre José Luis Mariano Benlliure Arana, este vástago extramatrimonial «no pudo ser inscrito como hijo de Mariano Benlliure», aseguró Enseñat Benlliure, quien añadió que en la partida de nacimiento de este pequeño sólo constaba que era hijo de la cantante. Es más, y pese a que, como revela la bisnieta, el escultor siempre reconoció a este hijo como propio, pidió a un primo hermano, de nombre Gerardo Benlliure Morales, y que no tenía descendencia, que adoptara a José Luis para que pudiera mantener el apellido familiar. De esta forma, según Enseñat Benlliure, la fundación del escultor salvaguarda el documento del registro civil en el que se recoge que José Luis Mariano Benlliure es «hijo adoptivo de Gerardo».

Por ello, la comparación del ADN del artista con el de su nieta, Lucrecia Benlliure Galán, para que deje constancia para la historia que, pese a la argucia legal por parte del primo para que no se perdiera el apellido, el progenitor de Benlliure Galán era hijo legítimo del escultor.

Ese es el punto que los descendientes quieren que se esclarezca, por el que llevan un año esperando y luchando. Pero parece que la resolución del conflicto y la obtención de la documentación que haga legal lo que la familia ha vivido como natural durante décadas va a demorarse en el tiempo. Porque sin resultados del ADN, no se puede acreditar que José Luis Mariano Benlliure era hijo natural del escultor.

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