El 'big-bang' del arte europeo explota en el IVAM

'Lejos del vacío. ZERO y el arte de posguerra en Europa'. Es el título de la exposición que desde hoy podrá verse en el IVAM. La apuesta pone al público en contacto con lo que bien podría considerarse la revolución del arte tras la segunda Gran Guerra o por qué no un 'big-bang' en la creatividad artística.

El museo valenciano se adentra en la actividad de los artistas que tras finalizar la II Guerra Mundial decidieron partir de cero, del vacío que había quedado tras el desastre europeo, para empezar a construir un nuevo lenguaje creativo. No se trata de ruptura, pues ya estaba todo roto, sino de empezar a construir una nueva realidad a la que pusieron nombre artistas como Heinz Mack, Gunter Uecker y Otto Piene dando pie al grupo ZERO, un colectivo artístico al que se vinculó el grupo español Equipo 57. Yves Klein, Lucio Fontana, Jean Tinguely, Piero Manzoni, Dadamaino o Daniel Spoerri completan el apasionante viaje a una época «bisagra entre las vanguardias históricas y el posterior arte relacional», como refirió el comisario de la muestra la propuesta del museo valenciano.

Es 1957 el año que sirve de punto de partida para revisar a través de 175 piezas una nueva forma de concebir y construir obras de arte que vistas hoy, casi puede parecer que desde su 'revolucionaria' manera de actuar apuntaban lo que iba a ser la que hoy es la creatividad contemporánea. El grupo Zero introdujo el movimiento, la imagen, así como materiales que hoy no llaman la atención en el arte, pero que para contemplar la gran exposición del IVAM hay que retrotraerse en el tiempo y situarse en el contexto. Esa mirada es la que realmente conduce a descubrir cómo aquellos artistas ya apuntaron el que sería el futuro.

La directora del IVAM, Nuria Enguita, y el comisario de la exposición, Bartomeu Marí, presentaron ayer la muestra que en definitiva es una revisión de los principales movimientos que tuvieron lugar en Europa entre 1957 y 1966, tomando como referente el grupo ZERO. El público puede disfrutar de grandes obras de arte, como también de las entonces modestas revistas y publicaciones, carteles, acciones y eventos (como las inauguraciones de una sola noche) de las que se sirvieron para repensar las formas del arte y trasladarlo al gran público, para conseguir su acercamiento a una sociedad que entonces estaba sumida en el vacío. Ellos inventaron una nueva manera de dar a conocer el arte. La historia y creatividad, de la mano, reciben hasta el 23 de febrero en el IVAM.

A la pintura y escultura se añaden revistas, publicaciones y carteles que conceden a la muestra una condición que a quien contemple la propuesta tal vez le acerque al mundo del diseño de hoy. Y en ese punto que permite de alguna manera establecer paralelismos con el diseño resurge la posibilidad de mirar ese ambiente de posguerra y los primeros años de la guerra fría como un paisaje en el que se empezó a abonar el terreno del que hoy es el arte contemporáneo.

A los artistas cuya obra se puede contemplar en el IVAM hay que verles como pioneros pues como explicaron Anguita y Marín constituyeron la primera generación que trasladó al escenario creativo la crisis humana de la Guerra Mundial de 1945.

Y cuando el espectador se acerque a la sala no puede perder de vista que aquellos creadores empezaron a trabajar en un momento en el que los museos estaban cerrados por las consecuencias del conflicto, y galerías de arte no había por la misma causa.

El recorrido al que invita 'Lejos del vacío. Zero y el arte de posguerra en Europa' parte de un espacio de introducción que recuerda la «veneración que los jóvenes artistas del momento tuvieron por Lucio Fontana, a quien asumieron como padre espiritual», según el comisario.

La visita conduce a continuación a la contraposición de las escenas de Düsseldorf, donde se publica la revista Zero, y la de Milán, donde la Galería Azimuth y la revista del mismo nombre animaron durante un corto año el panorama europeo. Y sigue el viaje que conduce al encuentro con el grupo de artistas italianos más jóvenes «que investigan con el movimiento, los efectos ópticos y los primeros experimentos con el mundo cibernético, la interactividad entre espectador y obra, antes de que se llamara digital», destacó Marí. Una prueba de esa realidad que acerca al presente.

La exposición concluye con instalaciones que incluyen luz y movimiento. En las paredes no faltan obras de artistas españoles como el Equipo 57, del que tienen mucho que decir Aguilera Cerni, Ángel Duarte, José Duarte, Juan Serrano y Agustín Ibarrola que participaron en diversas exposiciones relacionadas con la nueva tendencia con propuestas que casaban con los debates del momento.

• Temas
• Instituto Valenciano de Arte Moderno (IVAM)
• Arte