El Bellas Artes presume de Botticelli

Retratos creados por Botticelli se limitan a una decena porque son «la parte más escasa» de la producción del pintor y la mayoría de ellos eran de carácter «estereotipado». Sin embargo, el de Marullo, según González Tornel, es diferente. «Parece como si la persona que lo encargó hubiera dicho 'No me idealices'», añadió el responsable del centro para quien Botticelli «es siempre un espectáculo». El Bellas Artes de Valencia ha rediseñado parte de la sala dedicada a la pintura del siglo XV y principios del XVI para incluir la mirada italiana en su colección permanente. La obra de Botticelli ocupa el lugar de la Predela de las Santas, de Vicente Macip, que ha regresado al almacén. El retrato está acompañado por dos piezas de la donación de Pere Maria Orts i Bosch: la 'Virgen María y el Niño con santa Isabel y san Juan Baptista', atribuida a Tomás Peliguet, artista italiano documentado en Aragón entre 1537 y 1579, y otra tabla de la 'Virgen María con el Niño', obra anónima de la primera mitad del siglo XVI. Son dos piezas que, como la obra de Botticelli, subrayan la importancia de Florencia y la Toscana en la configuración del Renacimiento, según el director.

«El vendedor del cuadro dio 24 horas para comprar la obra y otras 24 para pagar. Mi abuelo no durmió en 48 horas, pero estaba enamorado del cuadro», recordó el representante de la familia Guardans-Cambó. Pese a estar en manos privadas, el retrato tiene mucho recorrido hecho. Städel Museum de Frankfurt, Metropolitan Museum de Nueva York o Bode-Museum de Berlín, entre otros, han exhibido el retrato de Marullo Tarcaniota. En el Prado estuvo de 2004 a 2017, pero nunca lo adquirió. La obra recala en la capital del Turia gracias al contrato de comodato suscrito entre la Conselleria de Cultura y la familia Guardans Cambó. «Ha sido una decisión facilísima. En 12 horas estábamos de acuerdo y el resto, cuatro papeles. Su casa ahora es Valencia», relató Guardans. El conseller de Cultura, Vicent Marzà, agradeció el gesto y ensalzó la «colaboración público-privada» aplicada al arte y aplaudió la confianza en el museo valenciano.

Antes de colgar de los muros del San Pío V, la obra estaba guardada en un almacén en Madrid. Los visitantes del Museo de Bellas Artes pueden contemplar la pieza durante todo el verano. A principios de septiembre, viajará al Museo Jacquemart-André de París para ser exhibido temporalmente en una muestra hasta finales de enero de 2021, cuando regresará al Bellas Artes. La exhibición en el San Pío V, como pasó con los sorollas de colecciones privadas de la extinta sala dedicada al pintor, contribuirá a su revalorización. Este botticelli fue declarado Bien de Interés Cultural en 1988, una protección que dificulta su venta fuera de España.

Francesc d'Assís Cambó i Cambó compró el botticelli por 1,2 millones de pesetas en 1929. El representante de la familia Guardans Cambó recordó ayer las palabras que el barón Thyssen le dirigió a su madre Helena Cambó: «Me da envidia. Usted tiene algo que yo no tengo, un retrato de Botticelli». Nunca salió de la red familiar, aunque hubo un intento de venta. En 2019 salió al mercado por 27,3 millones de euros en la feria Frieze Masters de Londres. No encontró comprador.