-Rems4DYu3mBH9yQvqknhInJ-1248x770@Las%20Provincias.jpg)
Ver fotos
Secciones
Servicios
Destacamos
Ver fotos
Como si el cielo supiera que ayer Valencia despedía a su ilustre Cervantes, a su poeta, la lluvia hizo su aparición en el último ... homenaje a Francisco Brines, el máximo galardón de las letras hispanas fallecido el pasado jueves a los 89 años. Si el sábado fue su localidad natal, Oliva, la que le rindió honores al escritor, ayer fue el turno de la capital del Turia, que también quiso brindar su reconocimiento a un maestro de los versos.
«Le hubieran gustado mucho los homenajes, se hubiera emocionado de tanto cariño», contó ayer a LAS PROVINCIAS la sobrina del autor, Mariona Brines, después de que el escritor fuera enterrado en un acto íntimo en el Cementerio General en el panteón donde reposan también sus padres.
«Cuando ya estaba muy malito, yo le comenté que desde la Generalitat le iban a hacer un homenaje. Él ya apenas hablaba, pero por su cara sé que estaba contento», aseguró la familiar del poeta. «Ha sido un bonito homenaje, tanto por la Generalitat como por el Ayuntamiento de Oliva. Ambas instituciones se han portado muy bien», narró Mariona Brines, quien destacó que su tío conocía el cariño que se le tenía. «Sobre todo, en los últimos años. Cuando recibió el Cervantes de manos de los Reyes se le notaba muy contento. Él no era mucho de expresarlo porque consideraba exagerado decir esas cosas, pero se le notaba en todo su ser, estaba muy feliz», confesó. Mariona Brines relató, además, que el entierro del poeta fue un evento rápido que, sin embargo, se tiñó de tristeza porque la lluvia hizo aparición con intensidad durante el acto.
Antes de todo eso, pasadas las 9.15 horas de la mañana de ayer, el féretro con los restos mortales del poeta llegó al Palau de la Generalitat. Allí, familiares y amigos esperaban el ataúd para ofrecerle el último tributo al escritor, que un día antes ya había recibido el cariño de sus vecinos de la localidad de Oliva, que lo describieron como un hombre «generoso y cercano».
Noticia Relacionada
Ocurrió lo mismo con algunos de los valencianos que acudieron a la capilla ardiente instalada en Valencia para despedirle. «Habíamos quedado a comer el día siguiente del Cervantes. Éramos íntimos amigos desde hace 20 años. Con él recorrimos infinidad de museos, de viajes... Nos quedó ir a Amsterdam, hace unos cuatro años», contaron José Antonio Cañada y Esperanza Blasco. El también poeta Juan Pablo Zapater «es una pérdida muy grande para la poesía valenciana y española». «Era muy amigo de sus amigos, gustaba mucho de la conversación, una conversación muy sabia», lamentó a las puertas del Palau de la Generalitat.
Muchos fueron los representantes políticos y culturales que acudieron al tributo y a la apertura de la capilla ardiente en la ciudad. El ministro de Cultura, José Manuel Rodríguez Uribes, el presidente de la Generalitat, Ximo Puig, el presidente de Les Corts, Enric Morera, el alcalde de Valencia, Joan Ribó, la delegada del Gobierno, Gloria Calero, el alcalde de Oliva, David González, y representantes políticos y amigos del autor esperaron a las puertas del Palau a que llegara el coche fúnebre.
Tras la entrada de los restos mortales de Brines, comenzó un homenaje íntimo en el que, en un primer momento Vicent Camps y Lola Camps iniciaron un recital con algunos de los versos más reconocidos del poeta. Siguieron así durante toda la mañana. Entre las poesías se escucharon algunos textos de una de sus obras cumbre, 'El otoño de las rosas'. Unos versos que rememoraban a Elca, la casa familiar del poeta en la localidad de Oliva y una de las fuentes de inspiración en su larga trayectoria dedicada a la literatura, y que estuvieron acompañados por música en directo. Además, durante el acto, se proyectaron unas últimas imágenes de Francisco Brines, grabadas después de que se conociera el pasado noviembre que el autor de 'Las brasas' ascendía al olimpo de las Letras al haberle sido otorgado el Cervantes.
«Poeta es lo que yo he querido ser. La poesía es algo misterioso que ocurría en el interior de mí mismo, y se hacía cosa, objeto, en la literatura», se escuchó en un vídeo que recuperaba una de las últimas entrevistas al Cervantes valenciano. «La poesía puede aportar un destino, que se identifica con el destino de otros para los que la poesía significa lo mismo que para el creador directamente. Y este, al percibirlo, se da cuenta de que es más humano en esos momentos de lo que no había sido antes. El hombre es eso, un tránsito pensante, sensible, que por ahí anda a perderse en la nada. Viene de una nada, para terminar en otra nada», se le escuchaba en el audiovisual.
Ximo Puig fue el primero en firmar en el libro de condolencias ubicado en el patio del Palau. Después, fue el turno del ministro, del presidente de Les Corts y de las autoridades allí presentes.
Hasta las 13 horas, la capilla ardiente estuvo accesible. En la entrada, se instalaron dos coronas de flores de la Diputación de Valencia y la Acadèmia Valenciana de la Llengua. Además, distintos ramos coronaban el patio del Palau de la Generalitat. En el Salón Dorado, junto al cuerpo del escritor, se encontraba la medalla del Cervantes y la Alta Distinción que se le entregó el Consell en 2019. Después, fue enterrado con la misma discreción que la que actuó en vida en el Cementerio General de Valencia, en el panteón donde reposan sus padres. Así fue su expreso deseo.
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.