

Secciones
Servicios
Destacamos
Es uno de los directores más recordados del cine español. De Luis Buñuel (Calanda, Teruel, 22 de febrero de 1900-Ciudad de México, 29 ... de julio de 1983), el padre de 'Tristana' y 'Viridiana', el responsable de 'Un perro andaluz' y 'El ángel exterminador', entre otros títulos, con más de una treintena de películas a sus espaldas como realizador, también guionista, productor, actor, escritor y uno de los cineastas más influyentes del siglo XX, se celebra este sábado el 125 aniversario de su nacimiento. Amigo de Salvador Dalí, premiado en el Festival de Cannes, con proyectos en Hollywood y una vida digna de película, su figura es tan alargada que, incluso, puede expandirse por tierras valencianas. O más bien, por personalidades, empresas y proyectos con sello en la Comunitat que pueden establecer unos lazos estrechos entre el director y esta tierra. Porque son muchos y variados los ejemplos que ligan al cineasta con una comunidad en la que nacieron algunos de sus amigos y actores con los que colaboró, como pueden ser el director Luis García Berlanga y la intérprete Lola Gaos, que trabajó a las órdenes de Buñuel en 'Tristana' y en 'Viridiana'.
Pero es quizás su relación con el director de 'Plácido' y 'La escopeta nacional' la que puede marcar el camino que relaciona a Buñuel con Valencia. Y es que ambos directores se conocían y admiraban. Es cierto que se llevaban algo más de dos décadas –Berlanga era más joven que Buñuel– pero eso no impidió que revisaran los trabajos cinematográficos del otro. Y es ahí donde aparece la anécdota más curiosa de esa amistad entre ambos. Lo cuenta el escritor Vicente Muñoz Puelles en el libro 'Berlanguiana', un extenso volumen que el Consell Valencià de Cultura (CVC) publicó con motivo del Año Berlanga en 2021. En el ejemplar se relata una vivencia única. Trata sobre la película 'Tamaño natural'. Muñoz Puelles pone de relieve las palabras de Berlanga sobre esa cinta: «A quien no le gustó nada fue a Buñuel. Lo invitamos al estreno y a la media hora se levantó», comienza relatando el director de 'El verdugo'. Y prosigue: «Se volvió hacia mí y me espetó, indignado: 'Berlanga, ¿cómo ha podido hacer esta cochinada?'».
Noticia relacionada
La anécdota, según se recoge en el libro, prosiguió aunque, en este caso, suma la valoración del propio Berlanga. «Soltó un rebufo y se fue. Creo que en el fondo era una persona muy puritana. Quizá se había vuelto así con el tiempo, porque no creo que el mismo hombre que hizo 'El perro andaluz' y 'La edad de oro' se hubiera escandalizado por nada, ni tampoco el que hizo 'Diario de una camarera', con esa escena de Jeanne Moreau y los botines...», cuenta Muñoz Puelles que aseguró Berlanga. En el texto aún se recogen las valoraciones que el valenciano hace de algunas de las películas de Buñuel, pero significativo es ese adjetivo, el de «cochinada» que, según el realizador de 'La Vaquilla' le espetó el director apenas media hora después de iniciarse la proyección.
Todo un ejemplo de que, pese a eso, se conocían y admiraban es la fotografía que ilustra este reportaje y en la que se les ve juntos con un joven realizador, en este caso Carlos Saura, que pone de relieve la estrecha relación –y de admiración– que se tenían estos cineastas.
Anécdotas aparte, esta es una de las pruebas que unen a Buñuel con lo valenciano. Pero no es la única. Porque en su trayectoria hay que pararse en la figura de la actriz valenciana Lola Gaos. Ella, una de las intérpretes secundarias más importantes del cine español, trabajó a las órdenes de Buñuel en dos de sus mejores películas 'Tristana' y 'Viridiana' –con Berlanga rodó 'El verdugo'–. Era el año 1961 cuando el director la eligió para 'Viridiana', lo que hizo que protagonizara una escena mítica del séptimo arte: cuando se ve a la actriz, que interpretaba a Enedina, fotografiando con la falda levantada la última cena de los miserables a la que invita Viridiana. Nueve años después, también contó con ella para 'Tristana', la otra adaptación que Buñuel hizo de la obra de Galdós. En ella, Gaos comparte planos con una jovencísima Catherine Deneuve y su nombre estará ligado para siempre con el cine de Buñuel. Como también el del escritor Max Aub, que compartió exilio en México con el cineasta.
Aub, con fuertes raíces en la Comunitat aunque era de origen francés y alemán –sobre todo en la localidad castellonense de Segorbe– dejó inacabada una biografía que le habían encargado sobre el realizador y que, bajo el título 'Buñuel, la novela', se publicó en el año 2013 gracias al trabajo de la investigadora Carmen Peiré, que estudió cerca de casi 5.000 páginas que se conservan en la Fundación Max Aub en Segorbe. No fue el único volumen que surgió de la relación entre ambos. En 2020, todas esas conversaciones que mantuvieron se convirtieron en otro extenso ejemplar, 'Max Aub/Buñuel. Todas las conversaciones', editado por Prensas de la Universidad de Zaragoza.
Una de las facetas más singulares de Buñuel fue la de productor. En el año 1935 fundó Filmófono, una compañía cinematográfica en la que se asoció con el ingeniero de sonido y empresario vasco Ricardo María de Urgoiti. Este último había creado un sistema de sincronización sonora de películas, para cuya aplicación fundó en 1929 el estudio de sonorización con el mismo nombre, de ahí que la productora se llamara así.
La intención de Buñuel con esta empresa fue, precisamente, la de hacer la competencia a la valenciana Cifesa, de los hermanos Casanova, la productora del cine español más importante del momento. El director aragonés buscaba competir con otro tipo de películas que huyeran de los supuestos tópicos que plagaban los filmes de la empresa valenciana. Es más, con ella también buscaba imitar el método de producción estadounidense que había conocido durante su estancia en Hollywood y filmar películas vinculadas a los valores sociales cercanos a la República. Así, Filmófono produjo películas como 'Don Quintín el amargao', donde debutó en el séptimo arte la bailaora Carmen Amaya, 'La hija de Juan Simón', '¿Quién me quiere a mí?' o '¡Centinela alerta!. Según la documentación de la época, la única condición de Buñuel para producirlas era no aparecer en la ficha técnica, ya que aquellas películas eran para él «melodramas baratos». Pero obtuvieron la respuesta del público y fueron rentables pero la llegada de la Guerra Civil acabó con Filmófono.
Finalmente, el último homenaje valenciano a Buñuel llegó en forma de película –parece que no podía ser de otra manera–. La productora valenciana Hampa Studio, del también valenciano Álex Cervantes, está detrás de la cinta de animación 'Buñuel en el laberinto de las tortugas', una cinta que se alzó con el Goya a mejor película de animación en 2020 y que, incluso, entró en la carrera a los Oscar –compitiendo con 'Dolor y gloria', de Pedro Almodóvar, y 'Mientras dure la guerra', de Alejandro Amenábar–, como candidatas españolas al galardón de Hollywood. No pudo ser. No llegó a ser la elegida. Pero ahí quedó el último homenaje valenciano a Buñuel, cuyo nombre está ligado al de Berlanga, Lola Gaos o Max Aub.
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
El enigma de las plantas de tequila en la 'Catedral del vino' de Cigales
El Norte de Castilla
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.