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Dice que en su trabajo en 'Cachitos' no hay censura, sí control. G. Redondo
«'Cachitos' lo escribe un señor en su casa en calzoncillos»

Alejandro Alcaraz

Guionista
«'Cachitos' lo escribe un señor en su casa en calzoncillos»

Vermú de domingo ·

Autor de rótulos que desatan sonrisas, asegura que el buen material se consigue «pegando la oreja o mirando la pantalla del móvil del de al lado»

Domingo, 16 de febrero 2025, 00:12

Aparece Bárbara Rey cantando 'Quién será' y en el rótulo sobreimpresionado pone: «La adivinanza más fácil del mundo: todos sabíamos quién era». Esa es solo una de las muestras de ingenio de Alejandro Alcaraz, uno de los guionistas de 'Cachitos de hierro y cromo', el celebrado espacio de La 2 que acaba de ser nominado a Mejor Guion de Programa en los Premios ALMA del Sindicato de Guionistas. Rótulos aparte, Alcaraz es un todoterreno de trayectoria apabullante: ha pasado por programas de actualidad y de cultura, concursos, 'realities' y 'talent shows', y ha creado series como 'Riders' o dirigido 'Cuerpos Especiales' en la radio. Afincado en Madrid, ejerce sus funciones como embajador de Cartagena, su tierra, «aunque no sé todavía las ventajas, porque me creía que me iban a invitar a la primera marinera, pero no». Alcaraz dispara chascarrillos a la velocidad del rayo.

-Es usted más de café que de vermú.

-Sí, soy de café de especialidad. En su momento yo creía que era guay, pero ahora ya soy un cliché. Además, le pego un poco al vermú, y también en eso sería la típica persona que te diría con mucha convicción «te voy a recomendar el mejor vermú de Madrid» y te lo creerías. Soy así, doy un poco de rabia [risas].

-De las cafeterías y de los bares se obtiene buen material para escribir.

-Sí, sí. Como en el periodismo, esto tiene mucho que ver con observar, con estar por ahí pegando la oreja o mirando la pantalla del móvil del de al lado. Cosas así, que podrían ser constitutivas de delito, para el trabajo están bien, jajaja.

-Sobre todo para hacer humor. ¿Era el gracioso de la clase?

-No sé si me recuerdo así, pero creo que sí. Supongo que es un mecanismo para que la gente te quiera, porque todo el mundo quiere a quien le hace reír. Es como una forma de control mental: si eres capaz de tocar una tecla en su cerebro que le hace reír es como, uy, si puedo manipularte así, qué no podré conseguir. Si lo consigo, con la risa puedo dominar el mundo. Además, mi familia también tiene un humor muy irónico.

-¿No sería una forma de ocultar la timidez?

-Seguro, porque si estás haciendo chistes no hablas de ti mismo, y así creas una especie de barrera, una 'performance', porque es verdad que soy bastante tímido.

-Ha estado detrás de diversos programas dirigidos al público juvenil. ¿Es un poco Peter Pan?

-Por un lado, es que siempre quiero estar actualizado, y tengo realmente interés por ver cómo avanza el mundo y, sobre todo, la gente joven. Pero, por otro, a veces también tengo la cosa contraria, la de querer convertirme en abuelo sauce y desaparecer.

-También ha codirigido y escrito 'A pura voz', un documental sobre María Dolores Pradera.

-Sí, fue un proyecto muy guay, yo nunca había hecho un documental. Fue un encargo que nos hizo la productora a Pablo González Batista y a mí, y yo tenía el recuerdo de la Pradera como señora que canta con moño, así, estoica, y es una tía divertidísima, con un ingenio increíble, con unas entrevistas en Televisión Española brutales. Podría haber sido una cómica, una escritora, una dramaturga maravillosa porque era superingeniosa, y muy moderna para su época, muy independiente. Lo único es que en el Spotify Wrapped de este año me salía todo el rato María Dolores Pradera, así que se me ha alterado el algoritmo.

-Ya no se concibe una Nochevieja sin 'Cachitos'.

-No se concibe, salvo Sorogoyen en 'Los años nuevos', como dice Pablo González Batista [risas]. Ya es una tradición que la gente esté leyendo cartelitos en Nochevieja, que es lo más antinatural que hay, pero está bien.

De Chayanne a Bárbara Rey

-Ni día de año nuevo sin que les pongan a caer de un burro.

-Es el primer año que hago Nochevieja, y el día 1 te sientes el mejor guionista de España porque lees cosas buenísimas sobre tu trabajo, la gente sube fotos de tus cachitos y los comenta y tal, pero siempre hay crítica desde el lado político: es ya un clásico eso de que Pedro Sánchez nos ha dicho lo que hay que escribir, y yo siempre pienso pues ojalá, porque me ahorraría mucho trabajo. Además, la gente sobreestima el control de Moncloa. Creen que nos reunimos con sus asesores o nos mandan cartas, y no saben que, al final, 'Cachitos' lo escribe un señor en calzoncillos en su casa, comiendo pizza y llorando porque no le da tiempo a entregar. Y, para tranquilidad de la gente que nos pregunta cuánto nos paga Pedro Sánchez por hacerle la campaña, diré que para el esfuerzo y la repercusión que tiene es un trabajo bastante mal pagado. Al menos este año no ha habido pregunta parlamentaria.

-Tampoco hay censura ninguna, ¿no?

-Nada. Hay un control, por supuesto, pero es sorprendente lo poco que te cambian. También es verdad que los guionistas tenemos bastante cabeza y sabemos qué se puede y qué no se puede, pero aun así pisamos un poco el acelerador.

-¿Qué artista les ha dado más juego? ¿Chayanne?

-A mí Chayanne me dio un rótulo que me encantaba sobre el cunnilingus, porque se ponía la entrepierna de las bailarinas en la cara; es una pena que no estuviera 'La isla de las tentaciones' para utilizar alguna frase. También han dado mucho juego Julio Iglesias y Bertín Osborne. Encima, a mí me tocó este año Bárbara Rey, y eso dio para mucho, del tipo «Tiene tantas cintas grabadas que podría hacer un 'Cachitos de sexo y trono'» [risas].

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