'Las chulas', de Sorolla, se subasta por 146.400 euros en Madrid

Los amantes del arte no fallaron a su cita de ayer con el universal artista valenciano Joaquín Sorolla, que demostró su capacidad de atracción en este ámbito con la venta de su obra 'Las chulas' por un importe de 146.400 euros.

La puja vespertina, organizada por la casa madrileña de subastas Ansorena, comenzó con un precio de salida de 120.000 euros y se cerró finalmente por algo más de 146.000 euros, según confirmaron a este periódico desde la organización, sin que haya trascendido detalle alguno del comprador.

Se trata de un óleo sobre lienzo de 94 x 74 centímetros que el artista de la luz pintó en 1887. La obra, que muestra su firma y la fecha en el ángulo superior derecho del lienzo, cambiará de manos tras haber pertenecido a un coleccionista privado de Barcelona en 1940 y haber formado parte, en 1984, de una colección particular en Valencia.

El pasado mes de diciembre, un boceto preparatorio para el cuadro 'El dos de mayo de 1808', que se conserva en el Museo del Prado, se vendió en esa misma casa de subastas por 44.770 euros. En esa pieza, cuyo precio de salida era de 35.000 euros, Sorolla retrata a su amigo Antonio García del Castillo, que años más tarde sería su cuñado, según determinó la bisnieta del artista y experta en su producción pictórica, Blanca Pons Sorolla.

El arte valenciano cotiza al alza en Madrid, como evidenció la subasta en esas mismas fechas, esta vez en la sala Fernando Durán, de obras del propio Sorolla además de las de Mariano Benlliure, Manolo Valdés, Mariano Salvador Maella, José Navarro Llorens y Eustaquio Segrelles. En su tradicional puja de Navidad, la firma ofertó obras de arte contemporáneo, pintura antigua y una «excepcional» muestra de dibujos y acuarelas, entre las que destacaba 'Luna', de Valdés, con un precio de salida de 170.000 euros.

Quienes no tuvieron la fortuna de hacerse con una de sus piezas, tendrán la oportunidad de contemplar más de un centenar de apuntes, tablillas o notas de color que Joaquín Sorolla realizaba allá donde iba, desde la ventana de un hotel o en las servilletas de los restaurantes de Nueva York y Chicago de hace más de un siglo, en la exposición que acogerá la Fundación Bancaja este año.

El centro cultural de la Plaza Tetuán mostrará piezas del Museo Sorolla de Madrid, de coleccionistas privadas y de su propia colección con el propósito de hacer una ampliación de 'Cazando impresiones', muestra itinerante que se inauguró en la casa del pintor en Madrid y también ha recalado en el Museo de Bellas Artes de Bilbao.

Más que la perfección de un pintor muy dotado y adicto al trabajo, lo que llegará a Valencia es el creador que disfrutaba y experimentaba. «Utilizaba las tablillas como ejercicio para cuadros posteriores y para «hacer mano», como él lo llamaba», explicó Consuela Luca de Tena, una de las comisarias de 'Cazando impresiones'.

Sorolla realizó casi 2.000 «apuntes», «manchas» y «notas de color», «Alta pintura en miniatura», definió el director del museo dedicado en Madrid a su obra, Enrique Varela. Tanto los lienzos en gran formato como las obras más diminutas, que muestran a un Sorolla más libre y próximo a los impresionistas y los fauvistas, alejado de los cuadros costumbristas que se vieron en Valencia en 2007, tuvieron (y tienen) salida en el mercado. A Sorolla nunca le faltaron coleccionistas, tampoco ahora escasean los clientes que pujan por él en las subastas.