![El cierre de galerías no cesa en Valencia](https://s2.ppllstatics.com/lasprovincias/www/multimedia/201911/01/media/cortadas/LF2O7FT1_20191101193552-Rfuhpy2WshAhdR1WF37DTCM-1248x770@Las%20Provincias.jpg)
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Hace unos meses, coincidiendo con la desaparición de varios establecimientos culturales de Valencia, LAS PROVINCIAS preguntaba a distintas personalidades de este ámbito si la ciudad era hostil para estos negocios. La falta de respaldo social, la ausencia de coleccionistas y la escasez de retorno económico lastraban los proyectos. Sobre todo, en lo que concierne a las galerías de la capital. En los últimos meses, en Valencia han cerrado Pepita Lumier, Galería 9 y PazyComedias. Una situación a la que hay que sumar Espaivisor, cuyos responsables anunciaron ayer su desaparición de la escena artística de la ciudad.
El espacio capitaneado por Miriam Lozano y Mira Bernabeu, situado en la calle Carrasquer, es el último de una larga lista –en la que se incluyen también librerías (Leo y Dadá), cines (Aragó Cinema) y teatros (sala Zircó o Microteatro)– en bajar la persiana. El espacio se clausura, pero también se reinventa. Así lo comunicaron ayer sus responsables. La trayectoria de ambos gestores se separa aunque Bernabeu trasladará el proyecto a Madrid.
«Por razones personales y profesionales, los caminos de los directores se bifurcan ahora para seguir distintas direcciones y afrontar nuevos retos», dijeron. Aunque, como afirmaron, «Bernabeu comenzará una nueva etapa profesional con la apertura de un nuevo espacio el día 30 de noviembre». Se llamará 1 visor Madrid, «un proyecto que, partiendo de los construido junto a Miriam Lozano, se plantea evolucionar y ahondar en la misma filosofía, trabajando con los mismos artistas, la misma programación y la intención de participar en las mismas ferias y eventos».
Los responsables de Espaivisor, que abrió en Valencia hace 14 años, reiteraron que la galería «finaliza su etapa en un momento álgido y con un proyecto ya definido y sólido, lleno de reconocimientos, experiencias memorables y logros cumplidos». El propio Bernabeu asegura que no hay que sentir este cierre. Lo cierto es que con el traslado a la capital de España la galería podrá seguir con la senda internacional que había abrazado Espaivisor. Sin embargo, su ausencia afectará inevitablemente al panorama cultural de una ciudad que ve mermada su oferta galerística.
Pero los impulsores de este espacio artístico, cuya última exposición ha sido la dedicada a Larry Clark, se muestran orgullosos. «En este periodo hemos trabajado juntos por un proyecto comprometido con el arte, de contenido social, político y feminista, con el doble objetivo de plantear un cuestionamiento y un debate acerca del contexto en que vivimos y de dar visibilidad a nuestros artistas, tanto en el ámbito nacional como en el internacional», afirmaron. «Damos las gracias a todos los estamentos públicos y privados por el apoyo recibido y a todas las personas que ha creído en nosotros», concluyeron.
El adiós de Espaivisor de la capital del Turia coincide con el cierre de Pepita Lumier, Galería 9 y PazyComedias. Aunque hay otra cara de la moneda. A principios de año, Amalio Vanaclocha inauguró Vangar, un nuevo establecimiento artístico en la calle Císcar. «El galerismo no está muerto; está vivo. Los espacios privados del arte son necesarios. Somos el interlocutor del artista», dijo en junio a LAS PROVINCIAS.
Hace unos meses, también, la galería Espai Tactel regresó a Valencia y se ubicó en la calle Caballeros. Además, otros enclaves culturales han surgido para intentar contrarrestar este hecho. Aunque muchos de ellos son efímeros, como es el caso de La Hora del Vermut, una iniciativa surgida de la mano de un colectivo de artistas que, cada año durante los últimos tres ejercicios, han elegido un singular enclave de la ciudad donde exhibir un conjunto de obras. En la pasada edición de septiembre se instalaron en el Palacio de los Condes de Alpuente, en pleno centro histórico de la ciudad. Por su parte, la galerista María Tinoco reinventó el espacio conocido como MisterPink en The Blink Project, un nuevo local que abrió en septiembre en la calle Carrasquer y que buscaba casi aliarse con otros establecimientos similares de la zona como Rosa Santos o el propio Espaivisor. También se sumó Lanevera Gallery, un enclave orientado a la ilustración en el barrio de Ruzafa.
Pese a estas iniciativas, lo cierto es que el cierre de galerías no cesa en Valencia. El panorama artístico y cultural va mermando. La supervivencia de los negocios es cada vez más escasa.
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