«Lo de las dos Españas es algo generacional»

«La familia es el vacío desde donde emerges y el lugar donde regresas al morir». Esta frase de la película 'La tormenta del hielo' es uno de los puntos de partida de 'No sé decir adiós'. El primer largometraje de Lino Escalera cuenta el reencuentro entre una mujer disfuncional y su padre, al que le diagnostican una enfermedad terminal. El filme, que tiene su germen en un corto premiado en Cinema Jove y en el Festival de Cine de Alicante ('Elena Quiere'), se presentó en Kinépolis Paterna y se estrenó en salas de toda España el pasado viernes 19.

La película analiza una relación filio-parental, pero también parece hablar de los egoísmos...

Yo como director nunca he entrado a juzgar a los personaje desde esa perspectiva. Obviamente Carla (la hija) hace cosas mal y puede parecer que actúa egoístamente, pero yo creo que lo que pasa es que tiene pavor a la muerte de su padre y a enfrentarse a su futura ausencia.

Entonces, ¿cuál ha sido el punto de partida de esta historia?

El personaje de Carla tiene su germen en un corto que rodé en 2007 llamado 'Elena quiere'. Con la protagonista de ese trabajo comparte la negación de la realidad, el intento de anestesiarse del dolor. Las dos son personas muy dañadas y disfuncionales que intentan sobrevivir.

Ese corto fue muy premiado en distintos festivales, como Cinema Jove o el de Cine de Alicante. ¿Considera estos certámenes una plataforma para lanzar a directores noveles?

Aunque ya se me ha pasado la edad, conozco muy bien Cinema Jove. En España contamos con muy buenos festivales.

¿Hay una excesiva dependencia a estos certámenes?

Bueno, es que es muy importante el trampolín que suponen para conseguir financiación y para ganar premios. Estar en la sección oficial de San Sebastián, Málaga o Cinema Jove reconoce tu valía y te permite seguir el ritmo natural de una película. Más si eres un director novel...

'No sé decir adiós' es un trabajo, ante todo, muy íntimo, ¿cree que ha sido la clave que ha conectado con el público y la crítica? (Fue reconocido con cuatro premios en el pasado Festival de Málaga)

Completamente, he podido hablar con el público de primera mano y mucha gente ha conectado porque apela a algo muy emocional. Creo que la película habla de temas muy universales y los diálogos de Pablo Remón, que son muy reconocibles.

Sorprende la cantidad de frases en la película que se uno puede haber escuchado en su propia casa...

Intentamos tener una forma muy cercana de escribir. Cogemos, como si fuera un Frankenstein, pequeños trozos de gente a la que conocemos y los aplicamos a los personajes hasta que tuvieran voz propia. Detrás hay grandes interpretaciones.

- El elenco de intérpretes es de lujo... ¿ha resultado fácil contar con ellos en el proyecto?

-Contar con Nathalie Poza, Juan Diego y Lola Dueñas ha sido algo increíble y se lo agradeceré siempre. Ellos se sumaron por el guion y apostaron desde el minuto 1 de una manera muy generosa. Ha habido mucha implicación por su parte, y eso es todo un regalo.

La mitad del filme sucede en Almería y otra en Barcelona, creando una especie de dos Españas...

Sí, pero más vinculadas a la diferencia entre dos generaciones. En Almería está la casa del padre y está conectada con la generación de bar de carretera por que el tiempo no pasa desde la década de los 70. Barcelona es esa España post-boom inmobiliario que también se derrumbó. Pero la diferencia es generacional, no norte-sur.

A pesar de su carrera anterior, este ha sido su primer largometraje, ¿qué viene ahora?

Ahora tengo que acompañar a la película, pero tengo ya otros dos guiones en desarrollo, uno de ellos lo empezaremos a mover en septiembre para buscar financiación.