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AFP
LOS ANGELES
Martes, 26 de octubre 2021, 10:33
La muerte de la directora de fotografía Halyna Hutchins, tras recibir un disparo de un arma de utilería presentada como inofensiva al actor Alec Baldwin durante la grabación de un wéstern, volvió a encender la polémica sobre el uso de armas de fuego en los platós de cine. Además, mientras Hollywood se afana en aclarar las reglas para el uso de las armas en los rodajes de las películas, han salido a la luz detalles de cómo sucedió todo.
El actor Alec Baldwin estaba ensayando una escena en la que apuntaba con una pistola de utilería al lente de la cámara cuando disparó mortalmente a la directora de fotografía Halyna Hutchins. El director de la película, Joel Souza, quien estaba de pie detrás de Hutchins cuando se disparó el arma y fue herido en el hombro, dijo que escuchó algo que «sonó como un látigo y luego un fuerte estallido», indica la orden de búsqueda y aprehensión a la que tuvo acceso la AFP.
«Alec (Baldwin) estaba sentado en un banco de iglesia del set, practicando su desenfunde», informa el documento. El director miraba por encima del hombro de la directora de fotografía de 42 años, que recibió un disparo en el torso el jueves y fue declarada muerta horas después.
Luego del disparo, la cineasta «se agarró el abdomen» y dijo que no sentía las piernas, testificó el director, añadiendo que «empezó a tropezar hacia atrás» y fue «ayudada a caer al suelo».
El camárografo Reid Russell, que estaba parado al lado de Souza y Hutchins, dijo que Baldwin estaba «tratando de explicar como él iba a sacar el arma y dónde estaría su brazo cuando desenfundara el arma». «Reid no estaba seguro de por qué el arma fue detonada y sólo recordaba el fuerte ruido», dice la declaración jurada.
La escena no fue filmada porque el equipo estaba preparando la escena, dijo el camarógrafo.
El asistente de dirección Dave Halls había dicho que el arma estaba «fría», es decir, no estaba cargada con una bala real, según el término que se emplea en la jerga cinematográfica. Sin embargo, Souza dijo que «no estaba seguro» de si el arma había sido revisada de nuevo tras una pausa para almorzar del equipo.
La investigación, que sigue en curso, aún no ha deslindado responsabilidades por el tiroteo y no se han presentado cargos. Pero el foco está puesto en quién manipuló el arma.
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Además de Baldwin, dos personas manejaron el arma, según Souza, de 48 años, y quien fue dado de alta después de ser atendido en un hospital.
La primera, Hannah Gutiérrez-Reed, es una armera de cine de 24 años. Ella fue la que preparó el arma y la colocó en un carro con otras dos armas. Tras el disparo, resguardó la pistola, recogió los casquillos gastados y los entregó a la policía.
Y luego, el asistente Halls, que entregó la pistola al actor y le informó que no estaba cargada. Halls «no sabía que el arma estaba cargada con munición real», dijo otro informe de un oficial de la Oficina del Sheriff del Condado de Santa Fe.
Descrito como un profesional experimentado, Halls tiene sin embargo una reputación negativa por permitir que se realicen prácticas peligrosas en los rodajes, dijo el domingo la cadena NBC News.
El jefe de electricidad de la película dijo que sostuvo a Hutchins en sus brazos mientras moría, en un enfurecido post en Facebook en el que argumenta que el tiroteo fue el resultado de «negligencia y falta de profesionalismo«. »No hay forma de que una joven de 24 años sea una profesional de las armas«, escribió Serge Svetnoy, agregando que »los profesionales son personas que han pasado años en los sets, que conocen este trabajo de la A a la Z«.
«Para ahorrar centavos, a veces contratas personas que no están totalmente calificadas para el complicado y peligroso trabajo, y arriesgas la vida de gente que está cerca«, agregó.
El veterano en armas de Hollywood Guillaume Delouche le dijo a la AFP que estaba muy «sorprendido» de que alguien con la edad de Gutierrez-Reed y su inexperiencia «pueda ser jefe de armas en una película que tiene muchas escenas de duelos armados».
«Rust» era apenas la segunda película de Gutierrez-Reed como jefe de armas. Ella es la hija del veterano de Hollywood en el sector, Thell Reed, cuyos títulos incluyen «Django Unchained» (Django desencadenado). Gutierrez-Reed ha borrado sus perfiles en las redes sociales.
Souza dijo en su testimonio que el día del accidente, el rodaje comenzó tarde por una disputa con un equipo que reclamaba mejores condiciones laborales.
Baldwin ha sido interrogado por los detectives en Santa Fe y ha dicho que está cooperando plenamente con la investigación.
Amigos y colegas de Hutchins se reunieron el domingo para rendirle tributo en una vigilia en la que mostraron su angustia y su rabia.
Los llamamientos para que se prohíban las armas de fuego reales en los sets de cine han sido cada vez más numerosos: una petición reunió más de 24.000 firmas y un legislador californiano anunció que impulsaría un proyecto de ley para prohibir la munición real en los sets del estado.
En el «boletín de seguridad« difundido por la industria del cine y la televisión figuran reglas estrictas y muy detalladas.
Las más importantes, en mayúsculas en el encabezado del documento, estipulan: «Los cartuchos de fogueo pueden matar. Tratar todas las armas de fuego como si estuvieran cargadas. Ninguna 'munición real' debe ser jamás usada o llevada a un estudio o un plató«. Son sin embargo solo »recomendaciones« no obligatorias.
Ninguna ley federal se aplica específicamente al uso de armas de fuego en platós. La mayoría de estados estadounidenses aplican las reglas de seguridad en el trabajo o de armas de fuego en general. «No hay escuelas de armeros en el cine. Generalmente uno se vuelve aprendiz en una sociedad de locación de armas y es enviado a los rodajes, se aprende en el terreno», explica a la AFP Guillaume Delouche, armero para Hollywood desde hace unos 30 años.
Según él, California es el único estado que exige que «todas las personas encargadas de armas» en un rodaje, armeros o utileros, sigan una formación específica de cuatro horas sobre las reglas de seguridad que se deben seguir en un set de rodaje.
Se usan dos tipos de armas distintas: armas inertes, en plástico o en látex, y armas capaces de producir una detonación. Los cineastas las prefieren por la llama visible que sale del cañón, aunque ésta podría ser agregada en posproducción con efectos especiales.
«Cuando hablamos de 'accesorios' en un rodaje, nos referimos a una réplica en látex que no dispara. No es una pistola de fogueo», precisa en Twitter SL Huang, doble de riesgo y armera en el cine. «Los armas de fogueo son armas reales», capaces de tirar balas reales, insiste.
Los cañones de las armas automáticas y semiautomáticas se tapan, pero las armas manuales, como revólveres y carabinas tipo Winchester empleadas en los wésterns, son usadas sin modificar, precisa Delouche. «Lo que se llama munición real es una verdadera bala, un cartucho en el que se coloca un proyectil que acabará su recorrido en un objetivo tras haber pasado por el cañón», recuerda Delouche.
En el cine, las municiones reales son usadas en muy raras ocasiones, «y únicamente en campos de tiro o lugares apropiados», absolutamente nunca en un plató, dice.
Un cartucho de fogueo no contiene proyectil, solo una carga de pólvora y un cebador que la activa para producir una detonación.
Hay finalmente una tercera categoría de municiones, las balas de prueba. «Desde 1993 las fabricamos nosotros mismos, no son verdaderas balas neutralizadas, sino balas fabricadas para ser inertes: jamás hubo cebador o pólvora», lo que evita accidentes, explica Delouche.
Estas balas son usadas para dar la ilusión de balas reales, por ejemplo para un primer plano de la carga de un arma.
El arma entregada a Baldwin le fue presentada como un «arma fría«. En el lenguaje del cine, designa un arma totalmente vacía, sin siquiera un cartucho de prueba en el interior. Puede ser manipulada libremente y accionada sin peligro.
«Cuando uso un arma fría, soy MUY CLARA con los actores y el equipo al respecto. La abro y muestro que el arma es fría», afirma SL Huang.
Cuando el rodaje pasa a las «armas calientes«, cargadas con cartuchos de fogueo, se anuncia repetidamente en voz alta y por radio, para que todo el mundo esté enterado.
«No se carga el número exacto de cartuchos de fogueo necesarios para la escena. Solo usamos las 'armas calientes' por el tiempo necesario para la grabación de los disparos», escenas generalmente «muy, muy cortas», añade SL Huang. «En cuanto termina la escena, entramos y verificamos las armas. Nadie se mueve antes de que acabemos», insiste.
Desde 1993 y la muerte del actor Brandon Lee, «no ha habido ningún incidente con armas de fuego en un set», pero más de 40 fueron censados en otros dominios (construcción, acrobacias etc...), anota Delouche.
SL Huang insiste en la multiplicación de verificaciones para evitar que una deficiencia aislada concluya en un drama. «Si alguien comete un error, hay otros múltiples» factores «que garantizan la seguridad», argumenta.
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