Salas con mesas para degustar productos 'gourmet'. lp

Mucho más que cines

Conciertos, mónologos, exposiciones, comidas y proyecciones de vídeos de boda... Las salas de la Comunitat se reinventan para ampliar el negocio y amortizar las instalaciones | El presente de los espacios de exhibición se complementa con oferta gastronómica, sesiones de lujo y un sinfín de actividades de ocio para poder ser rentables

NOELIA CAMACHO

Domingo, 3 de noviembre 2019, 00:25

Hay quien odia que en el cine se coman palomitas, chocolatinas y demás chucherías. También que se sorban refrescos gigantes. Por ello, busca salas donde esté prohibido ingerir cualquier tipo de alimento o donde no sea habitual. Ese reducido grupo, que aboga por disfrutar de la pantalla grande en silencio y sin oír el masticar de los granos de maíz, no pagaría a priori por degustar un buen vino, tomar un mojito o un gin-tonic, saborear una hamburguesa 'gourmet' sentado en la butaca ni por acompañar la proyección con un plato del mejor jamón que el paladar puede tastar. Toda una experiencia gastronómica que para algunos está reñida con poner los cinco sentidos en una película de estreno o en versión original con subtítulos. Pero se puede hacer. Eso y otras cosas más que van más allá de sentarse durante unas dos horas frente a una gran pantalla, en varias dimensiones, con un proyector láser y sonido envolvente.

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Un cine puede convertirse en una sala de exposiciones, en un escenario donde ubicar los instrumentos de una orquesta sinfónica o en un teatro en el que el monologuista más famoso del momento haga chistes sobre la actualidad. Es la reinvención de los cines. Y en Valencia hay espacios que apuestan por este tipo de iniciativas. Son cines que son más que un cine. Mucha redundancia, sí, pero real. La idea es simple: generar más negocio y, en el caso de las salas más pequeñas, garantizar su supervivencia gracias a actividades alternativas.

En los cines de la ciudad se puede, incluso, comer un plato de arroz caldoso. Como se lee. Pero no es la única rareza. Disfrutar de una experiencia gastronómica o visionar el vídeo de tu propia boda en compañía de familiares y amigos son sólo algunas de las propuestas a realizar en las salas de exhibición de la Comunitat. Incluso, puedes llevar tus antiguas cintas en formato analógico para que pasen a ser digitales. Es lo que se llama conversión a DCP (Digital Cinema Package).

Los cines Babel convierten cintas analógicas a digital por 120 euros

En toda esta amalgama de posibilidades, el paradigma de este modelo son los cines Babel de la capital del Turia. Su gerente, Antonio Such, defiende que no sólo se puede vivir de las proyecciones, sobre todo «porque es una sala pequeña». Así que se han inventado actividades como el 'Arròs caldós', una oportunidad de ver una cinta a las 12 del mediodía y, cuando finalice la proyección, coronar la experiencia con un plato de esta típica comida valenciana. «Se realiza todos los jueves. Unos días es de pescado y otro de verduras o setas. Por 15 euros se incluye la entrada más el menú», cuenta Such.

En su mismo espacio ha llegado a organizar pedidas de mano, fiestas sorpresa y la proyección de vídeos de boda. «Alquilamos la sala y allí se puede reunir un grupo de amigos. Se proyecta el vídeo que ellos quieren y pueden vivir la experiencia de verlo en pantalla grande», cuenta el responsable de los Babel, quien defiende que, para sobrevivir en un castigado sector como el del audiovisual, «siempre hay que ir probando alternativas». De ahí que, entre los servicios que ofrece este cine se encuentre el de la conversión de cintas en formato analógico para pasarlas a digital. Como reza su página web, por 120 euros se puede acceder a esta posibilidad. Pero hay más. Los amantes de The Beatles podrán volver a escuchar al mítico grupo de Liverpool el próximo mes de enero en los multicines Kinépolis de Valencia -ubicados en la localidad de Paterna-. El espacio muta a sala de actuaciones e, incluso, ha llegado a organizar una cita musical que contó con la intervención de una orquesta sinfónica. «Tenemos que amortizar el espacio.

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1. Película y un plato de arroz caldoso, en los cines Babel. 2. Dani Rovira, en una actuación en Kinépolis Valencia. 3. Los cines amortizan sus espacios con congresos y conferencias. LP / Marsilla

Por ello, aparte de alquilar para eventos de empresas, que pueden realizar sus conferencias y congresos en grandes salas con proyecciones de última tecnología, organizamos exposiciones como la de 'Bodies', conciertos como el de The Blisters (el grupo tributo a The Beatles) o monólogos», cuenta Luis Esteban, director de operaciones de esta sala. «La respuesta de la gente es muy positiva. Hemos tenido cifras de ocupación del 85 y el 90 por ciento», narra. De Dani Rovira al mentalista Toni Pons, las actuaciones en directo son muy habituales en estas salas. «Hasta 60 espectáculos al año se llevan a cabo en nuestras instalaciones», asegura Esteban.

'Luxe' y 'Oscar bar'. O lo que es lo mismo, salas de absoluto lujo, con proyecciones digitales de última generación, pantallas en varias dimensiones, sonido envolvente, butacas donde poder tumbarse, mesitas y, además, platos de jamón y queso, cócteles y mojitos y hamburguesas 'gourmet'. La experiencia culinaria llevada frente a frente de la gran pantalla. Es lo que ofrecen en las salas Cinesa de Bonaire. Lo cuenta uno de sus responsables, Tomás Junquera, responsable de Relaciones Institucionales de la empresa. «Hemos remodelado hasta los baños. Los cines deben ser más que un cine. La experiencia ha de ser completa», asevera.

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