El Covid limita el despegue de la Mostra

La Mostra de Valencia Cinema del Mediterrani verá este año limitada su fuerza de despegue. El festival, que hace tres años inició una nueva etapa tras su desaparición en 2011, volvió a la vida con la ambición de recuperar la fuerza de los primeros años. En su crecimiento se ha cruzado en su camino el Covid-19, crisis sanitaria que supone un freno para el despegue. Pese a todo se celebrará con formato presencial, sujeta a limitaciones y con menor presencia internacional que otros años. La cita audiovisual tendrá lugar entre los días 22 de octubre y 1 de noviembre.

El aforo en los pases de las distintas sesiones se reduce a la mitad, por encima incluso de las recomendaciones sanitarias que lo establecen en el 75%, según han dado a conocer esta mañana los organizadores junto con la concejal de Recursos Culturales Glòria Tello. A fin de paliar la reducción de posibilidades de acceso a las salas para disfrutar de las películas el programa contempla tres pases, en lugar de los dos habituales, de cada una de las producciones de la sección oficial.

La gala inaugural, como también la de clausura, se mantienen en el programa. Pero igualmente se verán afectadas por las restricciones, aunque en este caso se prevé que La Rambleta, espacio donde tendrán lugar los eventos, pueda alcanzar un aforo del 66% en tanto que para ambas citas la asistencia se organiza en función de las invitaciones, circunstancia que facilita la organización de los accesos, según los datos que ha dado a conocer Rosa Roig, gerente del festival.

La cita en La Rambleta descubre otro cambio desde que se inició la renovación de esta cita valenciana con el cine. En 2018 fue el Palau de la Música el escenario que la acogió. En 2019 no pudo ser así dado el cierre del auditorio y se tuvo que acudir al Teatro Principal. En esta ocasión será el Espai Rambleta el espacio de la celebración.

No son estas las únicas circunstancias que impondrán límites a un festival que este año se ve obligado a mostrar una cara distinta. La presencia de rostros internacionales se verá reducida, «como ha sucedido en otros festivales», ha apuntado Eduardo Guillot, director de programación del festival. Ante esta realidad «dependemos de las leyes internacionales », de aquello que en cada momento suceda en los distintos países. Para paliar de alguna manera esta carencia «lo que estamos haciendo con algunos directores es grabar vídeos para presentar sus películas. Lo hacen aquellos que no pueden venir», ha aclarado Guillot, quien ha puesto el ejemplo de la Master Class por vía digital que impartirá la artista serbia Marina Abramovic.

En medio de este escenario llega la tercera edición de una Mostra que en 2018 se presentó con un claro deseo de renovación siguió 2019 como el momento en el que la cita empezaba a tomar impulso. Pero 2020 ha frenado esas aspiraciones viéndose la 35 edición condicionada por la pandemia que sacude al mundo. Guillot en referencia al crecimiento de este año ha escogido el adjetivo de «cualitativo», destacando que es un año en el que «ningún festival va a poder crecer, pero sí creemos que tenemos la mejor programación en estos tres años que estamos al frente de la Mostra». Guillot no se ha apartado de confesar que «es un poco frustrante porque es un año en el que debería ser de salto cualitativo a todos los niveles».

Los organizadores de la cita junto con la concejal han dado a conocer esta mañana que la actriz portuguesa Maria de Medeiros será la agraciada con la Palmera de Honor de la Mostra. El director de programación ha confirmado que la intérprete sí acudirá a Valencia, tanto a la gala de clausura como para impartir una clase magistral en la sede de la Fundación Bancaja.