Mario Casas: «Correr a las 6 de la mañana por el río y ver amanecer es una maravilla»

-Este viernes ha estrenado 'El secreto del orfebre', de la que se hizo un preestreno en unos cines de Valencia e inspirada en la novela homónima de la escritora alicantina Elia Barceló. Vuelve a protagonizar una película de corte romántico, de las que tanto han aupado su carrera. ¿Se siente cómodo en este género?

-Quizá la gente o la prensa se ha quedado con esa idea a raiz de 'Palmeras en la nieve', pero lo cierto es que llevo muchísimos años en el cine y he hecho todo tipo de películas. Me siento cómodo en cualquier género. A mí me llega un guión y si me enamora el personaje o quiero trabajar con el director, lo hago. En el caso de 'El secreto del orfebre' me interesó mucho la historia, que es muy bonita, de las que no se cuentan. Ahora el cine romántico, sobre todo en España, va por otro derroteros y 'El secreto del orfebre' tiene un corte más clásico, como el de las películas de antes.

-Suma más de una veintena de títulos y sólo un Goya. ¿Siente que no está compensado esa ecuación?

-No. Un año se lo puede llevar un joven porque en esa edición ha ido todo a favor. Si alguna interpretación mía compite en algún festival, sé que peleo con los mejores, ya sea Eduard Fernández o Javier Bardem. Es una lotería estar nominado. Ya me sorprende (bromea) tener uno y habérmelo llevado en casa con mi gente -fue en la edición de la pandemia- y quizá sea la única vez que suceda. Los premios son consecuencias del trabajo.

-¿Tiene el temor a que dejen de llamarle?

-Sí. Constantemente hablo con actores de talla enorme y me hablan de los momentos flacos. Cuando los grandes me cuentan que han estado tiempo sin trabajar, pienso que esa situación me puede llegar en cualquier momento. De ahí mi afán de contar las historias desde otros lugares, como la dirección. Ahora estoy peleando por sacar adelante mi segunda película.

-¿Ha tenido una mala época laboral?

-No, la vedad. He dejado una serie por voluntad propia o para trabajar con otros directores. En algún momento he decidido parar y ahí me la he jugado. He tenido meses en los que no llegaba nada y, claro, he sentido el susto. Esta situación genera inseguridad.

-Ahora está rodando 'La cena', de Manuel Gómez Pereira, en Canarias. Hace unas semanas las grabaciones fueron en Valencia. ¿Cómo fue la estancia?

-Muy bien. Yo había rodado la serie 'El barco', dirigida por David Molina y Sandra Gallego, y 'El bar', de Álex de la Iglesia, en Valencia. Para conocer una ciudad.

-Entrenaba en el río, ¿verdad?

-Sí. Para conocer un lugar has de pasar tiempo en ella. Haciendo deporte conoces muy bien las ciudades y allá donde voy busco gimnasios y sitios para correr. En Valencia, en el río hay kilómetros y kilómetros para correr. Me parece precioso.

-¿Ha visto amanecer desde el río?

-Sí, claro, es una maravilla. Iba al río a las 6 de la mañana, para poder ir luego a trabajar. Hay compañeros que no lo entiende y me dicen: «¡Estás loco!». Y los contesto: '¿Tú sabes lo bonito que es ver amanecer, corriendo, desde el río? Es una preciosidad'. Entiendo que haya personas que prefieran quedarse a dormir, pero al final es la vida que llevo.

-A mí me da la sensación de que sabe elegir los papeles. No le veo carne de 'Supervivientes' o 'Masterchef Celebrity', no le veo en un reality....

-(Ríe) Porque no sirvo. Para entrar en un reality tienes que tener madera para navegar en esos espacios y talento para llegar al público. Yo hago cine, interpreto personajes. Puede no parecerlo pero soy muy tímido y Me daría mucha vergüenza, no sería capaz.

-¿Sería capaz de subirse al escenario de un teatro?

-Sí, me gustaría. Creo que es un lugar donde puedo estar cómodo. No tengo ofertas, porque quizá me tengan colocado en el cine y las series.