LAURA GARCÉS
Sábado, 6 de marzo 2021, 01:21
Los Premios Goya se entregan hoy en una gala que a priori servirá de escenario para el Año Berlanga. La Academia de Cine y el universal cineasta valenciano se dan la mano. La de este año será una ceremonia diferente. La pandemia ha obligado a apostar por una versión digitalizada de la entrega de los galardones desde Málaga. La misma circunstancia sanitaria es la que ha impedido la conexión desde el teatro malagueño con Valencia, que iba a ser escenario colaborador de la ceremonia de hoy. Será en 2022 cuando Valencia acoja la entrega de los Premios Goya.
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Pero nada impide que nueve valencianos -o trabajos de factura valenciana- se encuentren entre quienes hoy se estarán comiendo las uñas a la espera de conocer si pasan de la condición de nominados a la de premiados para disfrutar de la presencia de un 'cabezón' en sus vitrinas.
Milena Smit, Abraham López, Charlie Arnáiz, Paula Usero, Javier Marco, Lina Badenes. Juan Fran Jacinto, Carla Pereira y Toni Novella son los valenciano nominados en la 35 edición de los Goya. Ellos se unen al centenario del nacimiento del cineasta y recuerdan para LAS PROVINCIAS cuál fue su primera vez con Berlanga y las primeras experiencias unidas al director valenciano.
Hay una generación de españoles que se educó con la televisión y entre ellos se encuentra Charlie Arnáiz. El realizador alicantino, nacido en 1975, lo deja claro cuando confiesa cuál fuesu encuentro con Berlanga. La memoria le traslada a un momento en que le vio «en una entrevista de televisión y me impactó su forma de ser. Era un Berlanga muy joven, que no llevaba la barba blanca». Aquel personaje llamó la atención de Arnáiz por «su forma de hablar, su idiosincrasia y su manera de ver el cine». Ahora echa en falta aquellos programas de «tertulias en televisión» que permitían conocer a grandes figuras como la del cineasta con quien recientemente a raíz de preparar su documental en torno a Umbral ha visto también a Berlanga en aquel mítico programa 'A fondo' de Soler Serrano.
¿Cuál fue la primera vez de Paula Usero (Valencia, 1991) con el cineasta? La actriz responde con rapidez al interrogante ofreciendo el título de la película 'Novio a la vista', una cinta que cuando la vio, en torno a los 20 años, le llamó la atención por el tratamiento que ofrece de «la familia que quiere decidir, coartar las libertades y no permitir que cada uno haga lo que quiera con su vida». Paula Usero pone el acento en una cuestión que la acerca a la actualidad cuando apunta que ese planteamiento «es algo antiguo, pero que continúa pasando». Y qué casualidad, con el paso de los años, por el Benicàssim y el mítico Hotel Voramar donde Berlanga rodó 'Novio a la vista' transita también 'La boda de Rosa', obra dirigida por Icíar Bollaín, circunstancia que llevó a la actriz a «volver a ver algunos momentos de 'Novio a la vista'».
A Javier Marco (Alicante, 1981), director del corto 'A la cara', su estreno con el cineasta valenciano le llegó «en torno a los treinta años, ya mayorcete». Fue una película, 'El verdugo', la que le puso en contacto con el director. «Me habían hablado muy bien de la película y la verdad es que no llevaba unas expectativas muy altas, pero las superó». Esa primera cita fue en un ciclo de la Filmoteca Española en el cine Doré de Madrid». Aquello sólo fue el principio de una gran amistad con la obra del valenciano. ¿Quién le había hablado de Berlanga para empujarle a ver su trabajo? Marco no pone nombre a quién, pero sabe que «alguien del gremio porque cuando nos juntamos hablamos de cine y pedimos recomendaciones. Fue mucha gente la que me hablaba de que empezara por 'El verdugo'.
«En casa, con la familia». Así resume Lina Badenes su pimer contacto con el cineasta. «Era siempre un plan de fin de semana cuando éramos pequeños. Palomitas y película. Veíamos mucho cine español, sin ser una familia relacionada con el séptimo arte. Por supuesto, Berlanga era uno de los incondicionales». Tanto es así que considera que «ha formado parte de mi vida siempre», tanto que no sabe cuál fue la primera película del universal valenciano de la que disfrutó: «Todas forman parte de mi infancia», añade cuando se refiere a un personaje que «pertenece al patrimonio cultural colectivo» y con quien se reencontró en la asignatura 'Historia del Cine' al llegar a la universidad para sus estudios de Comunicación Audiovisual.
«Recuerdo estar viendo con mi familia '¡Bienvenido Mr. Marshall!' y las risas de mi abuela». Es lo primero que le viene a la memoria al director de animación Abraham López Guerrero. En torno a esa mítica cinta berlanguiana y su abuela nació el contacto de López con el cineasta valenciano. «Ese lado melancólico y a la vez cómico que encierra la película» fue clave para quien no deja de señalar que también acude a su memoria, «como si fuera ayer», que la primera obra del universal valenciano de la que disfrutó en una sala, «cuando tenía 16 o 17 años, fue 'Plácido', en un ciclo de la filmoteca». Con el «siente un pobre a su mesa» llegó la consolidación de una amistad cinematográfica con quien a su juicio está impreso «en nuestro ADN , Mis cánones son Berlanga y Billy Wilder ».
A Juanfran Jacinto, codirector del corto de producción valenciana 'Metamorphosis', la relación con Berlanga le viene de familia. Forma parte del legado que sus tíos «muy cinéfilos» le transmitieron desde su infancia. «De niño viví un tiempo con uno de ellos y a Berlanga lo he visto en casa de pequeño». Ahora recuerda que se inició en aquellos trabajos a través de la tele «con ojo de niño, no llegaba a entenderlo» pero le llamaba la atención. Entonces «no era capaz de descifrar el mensaje», pero ya supo de la existencia de aquel director. Años después, cuando llegó el rodaje de 'Todos a la cárcel' a Valencia «fue un hito y recuerdo acercarme con la familia para tratar de ver algo del rodaje. Incluso más tarde colarme en la cárcel para ver si reconocía los espacios de la película».
La memoria de Carla Pereira la traslada a sus tiempos de estudiante para desvelar la primera vez que sus pasos se encontraron con Berlanga. «Fue en Altea cuando estudiaba Bellas Artes. Estaba con mis compañeros de piso de estudiantes, un chico y una chica; ella es hoy mi mejor amiga». En la localidad alicantina había empezado la carrera. Tenía unos 20 años y fue 'Plácido' la obra que los tres amigos compartieron en ese primer contacto, aunque desde ese momento «no la he vuelto a ver». Y de esa manera quedó unida para siempre a un director que considera «figura indiscutible en el cine» porque abordaba los grandes temas que a ella siempre le han interesado, las historias de desheredados.
Luis García Berlanga se cruzó en la vida de Toni Novella «en el cine Astoria de Requena», recuerda el director de producción de 'Nieva en Benidorm'. Era un adolescente de entre 12 o 14 años cuando entró en aquella sala para disfrutar de 'Calabuch'. Ahora, años más tarde, asegura que a esa edad «no te enteras demasiado de qué va la película», pero de lo que está seguro es de que «me encantó». En esa obra que Berlanga rodó en Peñíscola, Novella percibió algo, la chispa que encendió su relación con el cineasta. Y no fue, ni más ni menos, que lo que él llama «el halo mágico» que le transmitió el trabajo de un realizador de quien destaca que «gozaba de una manera de contar única a través de sus películas corales, la comedia y la ironía».
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