La Comunitat se conforma con dos Max

La Comunitat ha tenido que conformarse esta noche con dos premios Max de teatro de los nueve a los que optaban montajes y profesionales de la Comunitat. En una gala celebrada en Málaga, entre fuertes medidas de seguridad e higiene, las artes escénicas de la región han visto cómo se escapaban los reconocimientos para espectáculos como 'Homenaje a una desconocida', 'Valenciana. La realidad no es suficiente' o 'Animal de séquia'.

No obstante, 'Dinamarca', de los hermanos Josep Lluís y Rodolf Sirera, y 'Zapatos nuevos', de Tian Gombau, han sido premiados. En el caso de Gumbau como mejor espectáculo infantil. «Soló pedimos que nos dejen llenar los teatros de la misma forma que lo estaba el avión que nos ha traído a Málaga», ha dicho Gombau, el más reivindicativo al apelar directamente al ministro José Manuel González Uribes, también valenciano y que asistió a la gala.

Después ha llegado el reconocimiento al texto de 'Dinamarca', que le ha valido a los dramaturgos valencianos el galardón a la mejor autoría teatral por una obra dirigida por Carles Alfaro y producida por el Institut Valencià de Cultura (IVC). Rodolf Sirera ha dedicado el Max a su hermano, fallecido en 2015. Menos suerte ha tenido la actriz Rebeca Valls, que optaba en la categoría de mejor actriz por este espectáculo. No obstante, el galardón ha sido para Verónica Forqué por 'Las cosas que sé que son verdad'.

En este sentido, el teatro documento de la compañía La Catrina no pudo hacerse con ningún reconocimiento en las dos nominaciones a las que optaba por 'Homenaje a una desconocida' (montaje revelación y autoría revelación a Desirée Belmonte y Cristina Correa). Jesús Salvador 'Chapi', finalista a mejor composición de espectáculo musical por 'Animal de séquia'; 'Valenciana. La realidad no es suficiente', en la categoría de dirección de escena; Paloma Calderón, como mejor bailarina; o la compañía de la valenciana Mar Gómez, con la obra 'Slapstick' también se quedaron sin premio. El que subió a recoger el suyo, en este caso el Max de Honor, fue el bailarín y coreógrafo Nacho Duato. El intérprete agradeció en primer lugar el galardón a toda la profesión «por haberme permitido ver el mundo desde otros escenarios».

La XXIII edición de los Premios Max, bajo el lema, 'El arte de escuchar', ha congregado a 500 profesionales de la industria en Málaga. En ella, también se ha premiado a Lluís Homar como mejor actor por 'La néta del senyor Linh'; a 'Jauría', de Jordi Casanovas como mejor espectáculo; a 'Gran Bolero' como mejor montaje de danza; y a los bailarines Olga Pericet y Marco Flores, como mejores intérpretes de danza.

Durante el acto, Antonio Banderas ha recogido la medalla de la SGAE. La entrega, que se proyectó mediante un vídeo, ha servido para que Banderas muestre su amor por el teatro, «una mujer de la que me enamoré de joven pero luego abandoné», dijo.

Coincidiendo, además, con la celebración del 150 aniversario de la construcción del Teatro Cervantes, la ceremonia ha contado con Joaquín Casanova y Elisa Ramos, de la compañía La Maquiné, como directores artísticos. Ambos concibieron una gala multidisciplinar y vertebrada por música en directo con una presentadora muy curiosa: el payaso Chochotte. Sobre el escenario estuvieron artistas como Fuel Fandango, María José Llergo, el octeto vocal Sietemásuno, la compañía valenciana Maduixa, Ángel Ruiz, Carlos López, Eduardo Guerrero, la Compañía Zen del Sur, los alumnos del Conservatorio Superior de Danza de Málaga y de la Escuela Superior de Arte Dramático, en colaboración con la Compañía Fernando Hurtado, el actor José Vera, la bailarina de puntas Gloria Ramos y un elenco de entregadores que integró a conocidos nombres de la interpretación como Belén Cuesta, María Barranco, Fran Perea, Pablo Puyol, Salva Reina, Juan Manuel Lara, Jaime Ordóñez, Mariola Fuentes y Mona Martínez, todos vinculados a Málaga.