

Secciones
Servicios
Destacamos
Ha costado un año pero los miembros del Consell Valencià de Cultura (CVC) se han adherido al código de Buen Gobierno de la Generalitat Valenciana. Cada uno de los componentes de la institución, que se renovó hace ahora justo doce meses, se ha sumado a una declaración que recoge, entre otros aspectos, que «además de cumplir lo que dispone el marco constitucional y estatutario, las personas sujetas a este código aplicarán en su actividad los valores democráticos que contienen y los principios del estado social y democrático de derecho. En sus actuaciones se regirán por los principios de igualdad, libertad, justicia y pluralismo político, así como por el respeto a la dignidad humana». Es un hecho voluntario, eso sí. Ya que al no ser altos cargos del organigrama de la Generalitat, los consejeros no están obligados a sumarse a este código. Sin embargo, en el pleno de ayer, los miembros del CVC, según la gerencia, no se opusieron a que su firma conste en el documento.
Pero alguno de ellos mostró sus reservas. Fue el caso del consejero José María Lozano, quien aseguró que en toda su vida profesional, no había requerido de este tipo de declaraciones para hacer las cosas bien. «No hemos necesitado nunca de códigos externos, los cuales añaden confusión. Soy de los que opina que este tipo de declaraciones son innecesarias y sólo responden a que se han dado casos de prácticas corruptas en la Administración, llegadas de los partidos de todos los colores», insistió. En esta línea, otro de los consejeros, Vicente González Móstoles, ironizó que quien no comparta lo que recoge ese documento está cometiendo un acto «ilegal». «Me parece redundante tener que dejarlo por escrito», aseveró. En ese momento, la consejera Ana Noguera recordó que el mismo debate tuvo lugar en 2016, con la anterior composición de miembros. En ese momento, sólo el presidente de la institución Santiago Grisolía, el secretario, Jesús Huguet, y una de los miembros, Glòria Marcos, suscribieron el Código de Buen Gobierno.
Ahora, con una nueva composición, que se configuró en junio de 2018, el debate casi vuelve a abrirse en el ente estatutario. No obstante, y a diferencia de lo ocurrido hace tres años, los consejeros sí han dado el visto bueno a una declaración que incluye otras acepciones como el hecho de no poseer cuentas en paraísos fiscales, no aprovecharse de la entidad de forma partidista o respetar la Constitución y el Estatuto de Autonomía.
Asimismo, en el pleno del CVC también se aprobó un informe que denuncia la poca presencia de la mujer en el ámbito de la tecnología y de los estudios científicos. Por ello, se advierte sobre su «invisibilidad» en el sector científico-tecnológico y propone medidas como la formación desde la infancia y una mayor sensibilidad de las empresas, con contrataciones mediante currículos «ciegos» para evitar la elección en función del género.
Entre los datos más singulares se encuentra el hecho de que según el Ministerio de Educación de 2016, señala el informe, las mujeres representan el 57 % de los estudiantes de Ciencias Sociales y Jurídicas, el 68 % de Ciencias de la Salud, el 61 % de Artes y Humanidades y solo el 29 % de Ingeniería. Además, en las llamadas TIC (tecnologías de la información y la comunicación), las mujeres representan el 17 % de los estudiantes (2016), pero en España esta cifra alcanzaba solo el 12,7 %.
Finalmente, la institución acogió un acto en el que la artista Aurora Valero donaba al Consell de Cultura una de sus pinturas, concretamente la que lleva por nombre 'Laberints I', que ya cuelga de las paredes del Palau de Forcalló. Un edificio, además, en el que ya han terminado los trabajos de mejora tanto en el muro que da a la calle del Cabrito como de la fachada, que ahora aparece pintada de un tono granate.
Noticias relacionadas
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.