Secciones
Servicios
Destacamos
El choque entre el sector de las artes escénicas valencianas y el Institut Valencià de Cultura escribe hoy un nuevo capítulo. La Asamblea Viriato, que hace una semana solicitó la dimisión de Abel Guarinos, director del IVC, vuelve a cuestionar la gestión del responsable. En un comunicado, justifica la petición de dimisión de Guarinos: «En ningún caso, se trata de una cuestión personal contraria a Abel Guarinos, ni nos mueve nada más que hacer balance de su trabajo durante los últimos cinco años. En este sentido, dado que es el actual director general del IVC, es él quien representa la continuidad de una política cultural históricamente alejada de la realidad y diversidad del sector y, muy particularmente, de su actualidad. Así, si se pide esta dimisión, es porque consideramos que no se han producido avances significativos a lo largo de cinco años de mandato que pongan solución a los problemas de la cultura«.
En el comunicado, la Asamblea Viriato apunta que «en cinco años Abel Guarinos no ha sido capaz de articular políticas públicas acordes a la evolución social, técnica, artística o institucional que sí han modificado otras instituciones relacionadas con el arte. También porque, en cinco años, no se ha planteado una solución a la profunda problemática que genera la orden de ayudas a las artes escénicas con las reclamaciones históricas de diferentes asociaciones del sector que nos representan, a diferencia de lo que sí se ha hecho en otros sectores, donde algunas modificaciones han ido un poco más allá del mero aumento de las partidas presupuestarias. Unas partidas pauperizadas y poco realistas que ahora, además, según declaraciones del propio Guarinos, serán destinadas a una minoría para evitar lo que, en lugar de llamar «justo reparto de las ayudas públicas», denomina peyorativamente «café para todos». Y, finalmente, porque entendemos que no se ha implementado una escucha activa a las diferentes voces del sector que, articulado en distintas mesas de debate, ha aportado siempre ideas que sumen a la mejora de sus condiciones laborales, las cuales requieren de una especial atención, tal como ocurre en otras áreas, como en la sanidad o la educación«.
Desde la Asamblea Viriato quieren «dejar claro que el malestar de las diferentes personas que conforman el ecosistema cultural valenciano es más amplio y de mayor recorrido que el del descontento producido por dicha resolución, y que este nada tiene que ver con los errores informáticos o humanos, siempre comprensibles».
En un comunicado reclaman «una mejora en la resolución de unas ayudas terriblemente injustas es necesaria pero también insuficiente. Consideramos que su diseño actual no es ni el más democrático ni el más transparente de su historia, como ha afirmado el máximo responsable del Institut Valencià de Cultura. Estas ayudas siempre han sido excluyentes y las actuales lo son más que nunca, amparándose en tabulaciones supuestamente objetivas en las que se anida un modelo de producción, el de las industrias culturales, en detrimento de otros más vinculados a la experimentación, la investigación o la participación social, entre otras«.
Desde la Asamblea Viriato creen que el IVC «debe estar al servicio de la sociedad y de los colectivos de creadores y creadoras y no al revés. Se afirma que venimos de un pasado peor y es cierto, pero lo único que ha conseguido ese argumento es ralentizar la agonía. No se han iniciado cambios profundos en el sistema más allá del aumento de los presupuestos».
Para la Asamblea Viriato, «la publicación de la última orden de ayudas es la gota que ha colmado un vaso demasiado lleno; un vaso que se desborda después de años de políticas culturales neoliberales, improvisadas y de poca lucidez. Políticas que no se corresponden con las múltiples realidades y necesidades de las profesionales del sector y que, por tanto, no garantizan el derecho de la ciudadanía a acceder a una cultura libre y diversa. Así pues, desde Asamblea Viriato recogemos esta reflexión para exponerla, en la plaza pública, al diálogo, con el objetivo de encontrar otras formas de hacer que no dejen atrás a ninguna compañera ni a ninguna ciudadana. Reivindicamos unas formas de trabajo que no se fundamenten en una supuesta «excelencia» mercantil generadora de privilegios y exclusión. Cualquier proyecto público debería regirse por dos características muy concretas: la calidad y, sobre todo, la sostenibilidad«.
Por último, desde Asamblea Viriato ven más cercana una reunión con el conseller Vicent Marzà. Las soluciones al choque entre el sector teatral y el IVC pasa por la mediación del titular de Cutura.
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.