![Relato corto del periódico Las Provincias | El amigo](https://s1.ppllstatics.com/lasprovincias/www/multimedia/202101/30/media/cortadas/imagen-cuentos_20210130161135-Rzu0Ix4Cl4v3W8q0peX8YXI-1248x770@Las%20Provincias.jpg)
El amigo
CUENTOS MÍNIMOS ·
Francisco andreu
Miércoles, 3 de febrero 2021
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CUENTOS MÍNIMOS ·
Francisco andreu
Miércoles, 3 de febrero 2021
El coche estaba aparcado a pocos metros delante de mí. Lejos para distinguir quién había dentro, pero cerca para saber casi con certeza, por la matrícula, que era el de él. Hacía tiempo que no había podido contactar con mi amigo, a pesar de las facilidades de las redes sociales, internet, etc... Si bien es verdad que le había dejado dos mensajes en su correo pero con la boca pequeña, sin el menor acuse de recibo. Es decir, sin esperar a que me contestara, porque sabía que no le iba a llegar directamente, ni siquiera si se lo reenviarían.
Con el paso de los años, he visto pasar por mi vida amigos de verdad y de mentiras, de verano, de sólo Navidad con un escueto e impersonal mensaje u ocasionales de café y charla. Por eso, a este no sabía dónde encasillarlo.
Fue compañero de reemplazo, de un servicio militar de antaño, de guardias frías y cantina con olor rancio a tabaco, cigarros a medias. De fines de semana con cerveza de mañana y cenas de rancho.
Al acabar aquel período efímero, nuestra despedida fue muy calurosa, un ¡Quedaremos!, acompañado de un ¡De ahora en adelante, estaremos siempre en contacto, colega! Los más amigos.
Recuerdo mi paso de la mili a la adultez, un antes y un después, y los recuerdos, que con los años se endulzan. Los gestos se ablandan, los reveses se enderezan, las noches frías se convierten en templadas... ¡me lo pasé tan bien!
Acercándome al vehículo, tanteaba si darle con los nudillos al cristal de la ventanilla o asomarme al parabrisas para darle una sorpresa. A cada paso que daba, el corto camino se estrechaba, encontrándome zapatos lustrosos que iban cortando mi paso. Al fin, me encontré tendido en el suelo, maniatado y con una fuerte presión en la espalda. Él miró a través del cristal y me vio, me reconoció y sonrió.
El coche del ministro partió velozmente.
Si quiere participar, ha de enviar su microrrelato a cuentosminimos@lasprovincias.es. La extensión exacta del relato es de 330 palabras.
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