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Cuentos mínimos | Aplausos

Aplausos

CUENTOS MÍNIMOS ·

óscar grifoll

Lunes, 18 de enero 2021

Alba no entendía los aplausos, pero salía con su linterna en pijama y batín mientras animaba al grito de ¡vamos! sin saber la razón. Era demasiado pequeña para entender nada. Para Alba, era el mejor momento del día. Aplaudir a las ocho de la tarde a ambulancias y policía. Ni siquiera importaba si hacía frío. Si llovía. Nadie podía quitarle ese momento. Ella solía insistir si faltaba mucho. Se asomaba con frecuencia para corroborar sus sospechas: alguien aplaudía sin estar ella presente. Pero no. Aún no.

Un joven rapado y con camiseta de tirantes abría las ventanas de su habitación y nos deleitaba, o eso creía él, con una canción techno de los noventa. Una pareja de mediana edad se disfrazaba cada día sin repetir su caracterización: de indios, de fantasmas, de hippies, de robots...tras las cortinas traslúcidas se percibían sombras de ancianos que miraban con disimulo aquella vorágine de esperanza. De ánimo colectivo. De confianza.

Con aquellos dibujos de arco iris que nos anunciaban que 'Todo va a ir bien'. Alba saluda a una señora en chándal gris que camina todas las tardes en el terrado. Dos adolescentes bailaban frente a su móvil en una terraza diminuta y apartada pensando que nadie les veía. Hace días que no vemos la televisión. Salir al balcón es una forma de conectar con el mundo. Y veo todos esos edificios sin balcones, celdas insertadas en bloques que contenían familias enteras preguntándose cuándo acabará toda aquella pesadilla. Parece una película futurista. Una distopía que ningún guionista fue capaz de imaginar.

Alba me señala otras luces de linternas de otros edificios, alguien nos lanza un láser verde sobre la pared blanca del balcón, resulta molesta. Un vecino del cuarto se pone a tocar la guitarra cuando la gente deja de aplaudir. También canta, pero no logro descifrar la letra. Ya se han acabado los aplausos de las ocho. Alba se pone triste cuando se acaba y siempre quiere quedarse un rato más.

Si quiere participar, ha de enviar su microrrelato a cuentosminimos@lasprovincias.es. La extensión exacta del relato es de 330 palabras.

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