Urgente Un accidente en la A-7 provoca varios kilómetros de atascos sentido Alicante

El oblato tachó un día más en el calendario que guardaba en su pequeña caja de madera, la cual junto a algunos retratos escondía tras el armario cojo y carcomido. Llevaba ya dos meses allí recluido y no comprendía porqué sus padres, especialmente su madre, una tragasantos de primer banco en la iglesia que tenía claro que era necesario tener un clérigo en la familia, lo habían dejado en ese monasterio con la pretensión de que pudiera encontrar la llamada de Dios y entrar en la orden.

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No era su ambiente el monacal, y la virtud de la fe estaba a años luz de su espíritu. Tampoco era amigo de rezos y su mente estaba en las calles con los amigos, en las andanzas de jóvenes y, probablemente, detrás de algunas faldas que le mandaban señales en las cuales sí creía. Esto le sirvió para recibir varios torniscones diarios, como si de esa manera los religiosos lograran una pírrica victoria sobre el alma descarriada del joven y le ayudaran a encontrar el camino en el cual no se hallaba y que nunca cruzaría su vida.

Esa noche no durmió en su catre, los frailes lo sacaron de su celda y lo llevaron a las antiguas mazmorras donde lo dejaron para que reflexionara sobre su fe. Pero no pudo reflexionar, solo oía los movimientos de las ratas, algunos pasos que hacían crujir los tablones que le hacían de techo y la gran preocupación de su cerebro al observar los antiguos instrumentos de tortura cubiertos de telarañas dispuestos a su alrededor. Así, recostado sobre un montón de paja que servían de morada a diferentes insectos, se dejó vencer por el sueño.

Se despertó sudando y con un sobresalto. Estaba en su habitación destapado. De un salto se incorporó y se colocó sus vaqueros, su camiseta de Iron Maiden y sus botas, miró a la mesilla de noche donde tenía su porro de hachís a medio consumir y exclamó: ¡Vaya mierda de sueño!

Si quiere participar, ha de enviar su microrrelato a cuentosminimos@lasprovincias.es. La extensión exacta del relato es de 330 palabras.

 

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