Frente al espejo, me atuso la barba blanca, recoloco el almohadón bajo la casaca roja y con un vozarrón bronco, exclamo: «¡Jo, Jo, Jo!»
Publicidad
Con este aspecto de anciano regordete y bonachón, mi hijo Pablo no podrá reconocerme. Le he explicado que este año Papá Noel no llegará con un trineo arrastrado por renos voladores, sino por mar, en un velero. Es demasiado pequeño para entender que un virus invisible amenaza la magia de la Navidad.
«¡Jordi! ¡No olvides el saco!» —exclama mi madre desde el pasillo.
Está emocionada. La artrosis no ha impedido que confeccionara este maravilloso disfraz. La idea partió de ella cuando limitaron las aglomeraciones. Y se dijo: «Mi nieto verá a Papá Noel. ¡Como me llamo Herminia!
Cargo con el saco a la espalda y me dispongo a ser el repartidor de fantasías y sueños.
Mi mujer espera en la Marina de Valencia con Pablo y sus cinco amigos del colegio, todos del aula burbuja de primero de infantil.
Una empresa del sector ha prestado gentilmente uno de sus veleros. Me aposento en un butacón colocado en la popa y el patrón suelta amarras. Navegamos por la bocana del puerto acompañados de algunas gaviotas y, en pocos minutos, arribamos al pantalán. De fondo suena una atronadora algarabía de niños entusiasmados.
Publicidad
Pablo es el primero. Llega hasta mí sujetando con fuerza la carta que escribimos anoche. Escondo un poco más el rostro bajo el gorro. Sería nefasto que me descubriera ahora. ¿Qué le diría? Prefiero no pensarlo. Sentado sobre mis rodillas no podrá verme los ojos, me digo tranquilizándome.
—¡Hola Pablo! ¿Sabes quién soy?
—Sí. Papá Noel.
Respiro aliviado. Asegura haber sido un niño bueno todo el año. Y doy fe de ello. Me entrega su carta que guardo en el saco mágico y se despide emocionado. Yo, más que él.
Publicidad
Mateo es el segundo chaval. Se acerca esbozando una pícara sonrisa.
—Eres Jordi, el papá de Pablo —me espeta sin vacilar.
Trago saliva. Enmudezco.
Si quiere participar, ha de enviar su microrrelato a cuentosminimos@lasprovincias.es. La extensión exacta del relato es de 330 palabras.
Enamórate de LAS PROVINCIAS: suscríbete 12 meses por 12 €
¿Ya eres suscriptor? Inicia sesión
Te puede interesar
Publicidad
Utilizamos “cookies” propias y de terceros para elaborar información estadística y mostrarle publicidad, contenidos y servicios personalizados a través del análisis de su navegación.
Si continúa navegando acepta su uso. ¿Permites el uso de tus datos privados de navegación en este sitio web?. Más información y cambio de configuración.