El largo y cálido dolor

Desde bien pequeña he tenido dolores de cabeza. Punzantes, pulsátiles, intensos y migrañosos. La mayoría de las veces empezaban en el ojo izquierdo y era tan doloroso que cerraba los ojos en clase y no atendía las explicaciones del profesor. Pero nunca jamás en mi juventud me impidieron estudiar, sacar buenas notas, hacer deporte y divertirme con mis amigas. Ni tampoco trabajar cuando llegó el tiempo. Soy dependienta y jamás una migraña me impidió abrir la tienda. Todo cambió a peor. Las migrañas, las cefaleas en rama y la jaqueca se cronificaron.

Inauguré la visita a numerosos neurólogos. No hay cura. Me dieron tratamientos de todo tipo: triptanes, antipilépticos, betablocantes, diazepanes, ibuprofenos. Los tres últimos años, mi vida sin drogas no existe.

La muerte y sufrimiento de mi padre fue la principal causa de la cronificación de la migraña. He de decir que en un año me quedé sin padre, mi madre enfermó, cerraron mi empresa y mi marido me dejó por otra mujer, a la que decía que amaba más que a mi, y eso después de 28 años de matrimonio.

Tuve un shock postraumático. Mi mente estaba confusa, gritaba, lloraba y rompía cosas que habían pertenecido a mi marido. Estuve tres meses y medio en un psiquiátrico. Me daban unas drogas que me mantenían flotando sin conciencia, en un estado en el que ni pensaba ni sentía. Intenté suicidarme con pastillas y alcohol, pero al rato vomité y me salvé. La idea era que mi exmarido sufriera tanto o más que yo. Qué maldad, oye.

Con la mente trastocada, casi loca, salí del psiquiátrico. Me tumbé en mi cama durante seis meses, un tiempo que dediqué a insultar por mail a mi ex y a su novia. A ella le dije robamaridos, pescado putrefacto y otras lindezas. Acabé en el juzgado con una multa y una orden de alejamiento. La muerte es la mayor esperanza de vida. El dolor ahuyenta el miedo que produce morir. Y en eso, llegó la pandemia...

Si quiere participar, ha de enviar su microrrelato a cuentosminimos@lasprovincias.es. La extensión exacta del relato es de 330 palabras.