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Llegó cruzando el mar
CUENTOS MÍNIMOS ·
Victoria Copovi
Miércoles, 27 de enero 2021
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CUENTOS MÍNIMOS ·
Victoria Copovi
Miércoles, 27 de enero 2021
Llegó cruzando el mar, o caminando kilómetros y kilómetros, en los que perdió a veces la esperanza, la respiración y el dinero. Sorteó fronteras, engaños, vejaciones, insultos, hambre y enfermedad, pero siguió siempre hacia el frente en busca de la tierra prometida. Y ese día, llegó.
Sus pies marcaron el paso en ese país al que tanto esfuerzo le había costado llegar y lloró como lloran los peregrinos al llegar a Santiago. Lloró por estar allí, lloró consciente de lo pasado y lloró recordando todo lo abandonado. No tardó en darse cuenta que el paraíso perdido no era tal como lo imaginaba. El hambre seguía atenazando sus tripas y el odio de mucha gente le helaba la sangre. No hubo un solo día que no extrañara su casa, sus costumbres, su familia e incluso su maltrecha cama. Y aprendió a vivir con ese hueco creciente en su alma, intentándolo llenarlo con la esperanza de poder ganar dinero para mantener y proteger a quien había dejado atrás y tanto amaba.
Sólo hay que mirar sus ojos para poder ver cuantas historias tristes se anidan en ellos, solo hace falta observar para distinguir esa postura fría que adoptan las personas temerosas del insulto fácil, aquellas que viven en la incertidumbre constante, con la añoranza acuciante de la dura decisión tomada. Los días pasan con café mojado en rutina, con sueños rotos, con noches perdidas en el insomnio de recuerdos, con constipados mal curados y con mucha fe.
Esa que cada día le despierta a las cinco de la mañana y le empuja a vestirse, salir a la calle e ir a probar fortuna. La dignidad muchas veces no acompaña, es enemiga del plato y la ducha calientes. Ojalá este nuevo día se deje vivir diferente. Nadie huye o se va de su tierra por placer, sino por esperanza. Y aunque ésta te la rompan a girones, de diversas formas y en diferentes idiomas, la esperanza es lo último que se pierde.
Si quiere participar, ha de enviar su microrrelato a cuentosminimos@lasprovincias.es. La extensión exacta del relato es de 330 palabras.
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