Urgente 20 heridos en un atropello en Múnich

La alcachofa de la ducha dispersaba estratégicamente el agua caliente por todo mi cuerpo. Después de una buena dosis de champú, tocaba ahora el gel. Las volutas de la espuma me cubrían y me hacían cerrar los ojos para evitar picores. En un momento me enjuagué y, entre el parpadeo propio para lograr la nitidez de ellos, observé que el desagüe no tragaba bien. Se había encharcado un poco la bañera. Apoyándome en el alicatado me agaché y cogí, entre la lluvia que rociaba mi espalda, una arandela de silicona de unos dos centímetros de diámetro. La pieza me sugirió algunas preguntas. En cualquier caso, era algo impropio que aquella pieza estuviera en ese lugar. La deposité en un lado de la bañera y terminé de ducharme. Mientras me secaba, no dejaba de mirar la dichosa arandela y preguntarme qué coño hacia allí aquello. Al cabo me desentendí.

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La cena había transcurrido normal, como siempre. Después de un rato de televisión y cuando se hicieron las doce nos fuimos a la cama. Dormimos desnudos, sea verano o invierno. La lamparita de noche permanecía encendida con su luz amortiguada por un pañuelo oscuro. Las sombras danzaban en las paredes blancas y el juego entre la ropa de cama se adueñó de nosotros. Exhausta, acabamos los dos de dar y recibir.

Luego después pude conocer el misterio de la arandela. Para conseguir un chorro directo y fuerte, hay que desenroscar la alcachofa de la manguera. En su unión se encuentra esa arandela. Esta cayó. Para una limpieza en profundidad de ciertas partes de nuestro cuerpo, para eliminar todas las impurezas, hay que procurarle ese chorro directo y fuerte, y repetirlo.

Entre susurros y expresiones sordas, a punto de conciliar el sueño, me regalaban los oídos dándome una explicación del porqué del asunto. Y yo, gesticulando mi boca para que volviera a su estado normal, por fin lo entendía. -Me encanta que me comas el trasero, más que a ti comerlo.

Si quiere participar, ha de enviar su microrrelato a cuentosminimos@lasprovincias.es. La extensión exacta del relato es de 330 palabras.

 

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