![Sección de relatos cortos del periódico Las Provincias | El último verano](https://s1.ppllstatics.com/lasprovincias/www/multimedia/202103/05/media/cortadas/imagen-cuentos_20210305162942-R5lxLwpOaca10YfDJyxuJ1O-1248x770@Las%20Provincias.jpg)
El último verano
CUENTOS MÍNIMOS ·
María garcía
Sábado, 6 de marzo 2021, 01:41
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CUENTOS MÍNIMOS ·
María garcía
Sábado, 6 de marzo 2021, 01:41
Ayer me llamó mi madre para informarme que había muerto su hermano mayor, el tío Rosauro. Le fulminó un ataque al corazón mientras leía tranquilamente en su casa. Lo encontró su amigo Miguel, alertado porque no había acudido a su partida diaria de mus.
Hoy es el entierro y debo ir. Mi madre me lo ha rogado: sabe que no me hace ninguna ilusión, pero solo nos tenía a nosotros tres. Era profesor y el director del colegio del pueblo. Hace un par de décadas que no le veo, pero de pequeño pasé varios veranos con él.
Al tanatorio y al sepelio viene mucha gente, todos destacan las múltiples cualidades positivas del profesor Muñoz. En la foto que hay junto al ataúd parece buena gente. ¿Por qué la vejez nos confiere un aura de bondad? Nos enternecen las arrugas y juzgamos por el aspecto, aunque no los hayamos conocido.
Después de darle sepultura, nos vamos a casa del tío a ver si todo está correcto. Cogemos la comida que hay en la nevera, cerramos el gas y el agua. Antes de salir y apagar el diferencial de la luz, revisamos todas las habitaciones. Yo entro en la biblioteca y veo en la mesilla que hay junto a su orejero mi novela, El último verano. Me quedo petrificado. Imagino que tardo más de la cuenta en salir, porque entra mi madre a buscarme.
—Mamá, ¿sabes si el tío estaba leyendo mi libro cuando murió?
—Pues no lo sé, cariño, ¿pasa algo?
Lo cojo y noto que hay una página más arrugada, imagino que se quedó por aquí. Mi profesora de literatura creativa siempre nos decía «nada es verdad ni es mentira». Tío Rosauro se vio reflejado en ese médico que abusa de su sobrino cuando se lo lleva de vacaciones. Mi madre no supo leer entre líneas, pero él sí lo hizo y es muy probable que todos sus demonios pasados se lo hayan llevado veinte años después. Estoy en paz.
Si quiere participar, ha de enviar su microrrelato a cuentosminimos@lasprovincias.es. La extensión exacta del relato es de 330 palabras.
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