El cuerpo hecho arte en la Nau

La Nau de la Universitat de València inaugura este jueves la exposición 'Cuerpos sin patrón. Fotografías de Sebastián Freire', proyecto de este fotógrafo y artista argentino donde explora y analiza el cuerpo traspasando los cánones estéticos y los estereotipos. La muestra está comisariada por el investigador del Centro Interdisciplinario de Estudios y Políticas de Género de la Universidad Nacional Tres de Febrero de Buenos Aires - UNTREF, Mariano López Seoane.

La exposición, que se podrá visitar en la Sala Estudi General hasta el próximo 5 de noviembre, ha sido presentada este jueves por la vicerrectora de Cultura y Sociedad de la Universitat de València, Ester Alba, el comisario de la muestra y el propio Sebastián Freire. También se ha contado con la presencia de la artista multidisciplinaria Dorian Wood -imprevisible, autodeterminada de género fluido femme y con un estilo singular y emocional-, que con motivo de esta muestra ofrecerá un concierto en el claustro de La Nau, a las 21 horas.

A través de 48 fotografías producidas a gran formato Freire explora el cuerpo, postulándolo como espacio de operaciones, de inscripción y de marcaje, siguiendo la línea de pensamiento que ocupa el fotógrafo desde hace años. Las imágenes se han tomado en su mayoría en estudio y, aunque alguna de ellas ya ha participado en muestras o se ha publicado en la prensa argentina, la mayoría son inéditas.

El fotógrafo y artista argentino Sebastián Freire nació en Buenos Aires en 1973, donde estudió Fotografía y Ciencias de la Comunicación en la Universidad de Buenos Aires. Sus muestras fotográficas han recorrido varios países del continente europeo y latinoamericano, como por ejemplo Berlín, Roma, Córdoba, Panamá o Buenos Aires.

Con 'Cuerpos sin patrón. Fotografías de Sebastián Freire' el artista nos acerca a través de sus fotografías a la idea del cuerpo, no como una cosa o un dato, ni tampoco como mera construcción social; es un acontecimiento, un acontecimiento político al cual se acerca con una mirada que traspasa convencionalismos, con un ojo que no juzga, sino que juega, eleva y que encuentra la belleza fuera del patrón blanco, heteronormativo y capacitista.

Por su parte, sus modelos posan en una afirmación de sí mismos, como un acto vital de autoafirmación, un desfile del orgullo en el estudio que acontece el hogar de las muestras.

Con todos estos ingredientes, Freire plantea preguntas como «¿qué es un cuerpo marcado?» o «¿de qué índole son las marcas que un cuerpo lleva?» puesto que, en definitiva, si el cuerpo es el primer lugar de la expresión es también el espacio de las inscripciones más primarias: género, raza, clase.

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