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Falta de mantenimiento, dejadez en la conservación, fallos en las obras y daños causados por las lluvias están detrás del mal estado de los edificios culturales de Valencia. Los desperfectos dejan un reguero de inmuebles con importantes deficiencias: el teatro Principal, el Palau de la Música, el Museo de la Almoina, el Archivo del Reino... El último en sumarse a esta lista es la sala Alfonso el Magnánimo, que registró el 13 de diciembre la caída de cristales del lucernario de la cúpula. Esta situación ha obligado a la Diputación a cerrar este espacio del Centro de la Beneficencia y a cancelar la programación.
¿Qué está pasando? El comité de empresa del Instituto Valenciano de Cultura alertó en 2017 de «desconchones, suciedad y peligro de posibles desprendimientos» del teatro Principal. Advirtieron de «riesgo para trabajadores y espectadores» ante la falta de mantenimiento del edificio, propiedad de la Diputación de Valencia, y exigieron «una intervención urgente». En junio del pasado año, se instaló una malla en la fachada para frenar los desprendimiento. ¿Se ha tomado alguna medida más? Este mes se han instalado unos andamios, recayentes en la calle Virues, como trabajo previo para empezar la reparación, presupuestada en 607.355 euros y que, según la Diputación, empezará el próximo enero.
Cinco meses suma el Palau de la Música con una malla en la cubierta, que se instaló para evitar los desprendimientos de trencadís. Fue en abril de 2018 cuando se registró la caída del revestimiento cerámico. El gobierno municipal (PSPV-Compromís-València en Comú) se está tomando más tiempo para reparar el auditorio municipal que el Consell del PP cuando abordó la renovación de todo el trencadís de Les Arts. En diciembre de 2013 se detectó la pérdida de las piezas en el coliseo de Calatrava y en enero de 2014 se estaba retirando para poner otro nuevo. En el Palau de la Música no se ha hecho nada con el trencadís, salvo poner la malla. El auditorio municipal también ha aplazado a 2019 la reforma integral de la cubierta, que evidenció sus deficiencias en las últimas lluvias al desprenderse el techo de la sala Iturbi. ¿Qué se ha hecho? Se ha cubierto el techo con una red para poder salvar así la programación.
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