La débil reacción del Institut Valencià de Cultura ante las críticas del sector teatral

El Institut Valencià de Cultura (IVC) y su director, Abel Guarinos, están en la diana de las críticas del sector de las artes escénicas valencianas. Una decena de asociaciones profesionales «no comparte en absoluto la renovación» del responsable durante otros cinco años al frente del organismo cultural. Así quedó patente la semana pasada en un comunicado donde señalaban que la Conselleria de Cultura está de «espaldas al sector». Además, más de medio centenar de profesionales han pedido por registro de entrada en la sede del IVC la dimisión de Guarinos y la patronal de las empresas del teatro valencianas, asociadas en Avetid, habló el pasado lunes: «Es de absoluta urgencia que comience un cambio real, consciente, con voluntad política para mirar más allá del presente porque sino las quejas serán continuadas y el malestar permanente». Avetid y el resto de asociaciones solicitan la mediación del conseller Vicent Marzà.

Abel Guarinos tuvo ayer la oportunidad de justificar su gestión, pero su reacción ante el tsunami de comunicados y críticas fue débil. Preguntado por los medios de comunicación sobre la petición de dimisión, guardó silencio: «No voy a entrar ahí», dijo. Y delegó la defensa de su acción al frente del IVC en terceros al remitir al comunicado de la comisión ejecutiva del Circuit Cultural Valencià en el que se defiende «el trabajo que ha hecho el director y el conjunto del IVC, con dificultades, errores, aciertos y, sobre todo, con mucha honestidad». Y sobre la reunión del sector teatral con el conseller Vicent Marzà, dijo: «Tendrá que contestar la Conselleria».

Pese al malestar que ha mostrado el sector teatral en comunicados y escritos, Guarinos dijo sentirse apoyado «por una parte inmensa del sector de las artes escénicas». La principal arma de defensa del responsable del IVC fue el comunicado del Circuit Cultural Valenciano, que, a su juicio, es el «manifiesto de los gestores culturales que atienden a diferentes singularidades políticas, que saben de lo que están hablando, que no deben nada a nadie y que son objetivos e independientes».

El responsable del IVC habló de una «polémica iniciada de una forma tergiversada». «No ha habido ninguna ruptura del diálogo» con el sector teatral, aseguró el responsable del IVC, quien recordó que este viernes se reunirá con la asociación de empresas del teatro valencianas, englobadas en Avetid. «Se está en diálogo constante con Avetid y con las empresas y asociaciones»

Guarinos admitió que las ayudas a las artes escénicas son «mejorables» pero defendió que «las bases reguladoras no te las puedes inventar como se crea un texto teatral». Las ayudas, que se enmarcan «dentro de la legislación vigente, son «las más democráticas y transparentes de la historia. Obviamente, si ha habido un error telemático se corregirá», afirmó. El responsable del instituto admitió que hubo determinadas propuestas que entraron por el registro de entrada y que no fueran contabilizadas por el programa informático. Recordó que la resolución actual es un «acta provisional propuesta que está sujeta a apelaciones».

La resolución provisional de la concesión de las subvenciones a las artes escénicas ha sido el detonante que ha aireado el malestar de una decena de asociaciones. Los problemas en la tramitación de las ayudas (conflictos con las baremaciones, criterios objetivos dudosos, etcétera) han sido la grieta que ha dejado salir todas las preocupaciones y reivindicaciones del sector teatral. Guarinos solicitó que «no se extrapole a una dimensión estratosférica un problema técnico».

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