Los destellos de la cordialidad en la inocencia

¿Qué ha visto Adela Cortina en esta pieza para enamorarse de ella? Las razones que expone la profesora pronto descubren que es la cordialidad que emana de esa pareja de niños la que inclina su balanza por esta obra. Y no es la primera vez que se decanta por 'Al agua'.

Cuenta Adela Cortina que con motivo de la publicación de su obra 'Ética de la razón cordial' tuvo que escoger una obra artística para ilustrar la portada del libro. Y tras darle muchas vueltas al arte supo que era en 'Al agua' y no en otra pintura donde se encierra cuanto quería transmitir en una imagen. Tenía que hablar de la «compasión en la alegría y en la tristeza». Pudo haber recurrido, así lo cuenta, a otra gran obra de Sorolla como es 'Triste herencia', donde también está retratada la mano de la compasión, –de la cordialidad–, de quien presta ayuda, aunque en este caso «en el sufrimiento».

Pero prefirió inclinarse hacia el otro lado. Y no encontró mejor artista que Sorolla que lo hiciera desde la óptica de «la alegría», pues su mensaje buscaba detenerse en la «cordialidad de la alegría». Con ello quería ir más lejos, ahondar en un sentimiento infrecuente entre los humanos que no es otro que «alegrarse de la alegría de los demás», en una huída de la envidia. Y lo encontró reflejado en la inocencia de 'Al agua'.

Todo eso vio nuestra guía artística de hoy al elegir la ilustración para su obra y lo sigue viendo ahora una mujer a quien esta pintura parece haberse adherido con fuerza de la mano de uno de los sorollas más sorollas, del mar y del sol, de un amanecer que Adela Cortina no renuncia a observar que retrata «la inocencia» a la hora de contemplar la vida. Y si son las manos unidas de los dos pequeños las que encierran un mensaje de cordialidad, también lo es «la luz» que irradia un cuadro que emite destellos de alegría.

Adela Cortina ha mirado el cuadro, se ha maravillado ante él al ver su luz, el color y también las imágenes retratadas. Pero qué duda cabe de que ha hecho más que mirar. Ha pensado y así ha extraído el concepto de una pintura que la ha llevado a extraer el mensaje que destila. La grandeza del arte, que se mira y se piensa; se contempla y se lee. Y así sirve, como el pensamiento, para la vida, para hacerla más amable, más cordial.

De todo ello habla 'Al agua' al oído de la catedrática de Filosofía Moral y Política. Este cuadro, propiedad de la colección Bancaja, se considera la primera escena de una secuencia narrada en tres lienzos, junto con 'Idilio en el mar' y 'Saliendo del baño'.

Se nos presenta el amor juvenil como protagonista de escenas de gran complicidad, antes, durante y después del baño, y la secuencia da a Sorolla la oportunidad de demostrar, con los mismos personajes y el mismo entorno, distintas formas de plasmar la luz y sus efectos sobre el agua y sobre la anatomía de los jóvenes. Es el retrato de un tiempo, el de la fecha de su factura. Lo es también de una edad, la de la inocencia. Pero hoy lo es de la alegría y la cordialidad que en el lienzo observa la especialista de este Lunes de Sorolla.